Christian Horner creía que si la última parada en pits había salido según lo planeado, Max Verstappen habría emergido como el ganador del GP de Austria. La intensa batalla entre Verstappen y Lando Norris resultó en una colisión. A pesar de no haber asegurado la victoria, Red Bull mostró un rendimiento excepcional durante todo el fin de semana, como lo reconoció su director del equipo, Christian Horner. Él expresó su satisfacción con la impecable victoria de Verstappen en la carrera sprint y destacó la ventaja de ocho segundos que había construido en la carrera principal antes de enfrentar un problema en la parada en pits. A pesar de este contratiempo, Horner declaró que Red Bull tenía el control de la carrera y podría haber asegurado la victoria.
Horner enfatizó que Red Bull tenía grandes esperanzas de ganar la carrera en Spielberg. Estaban confiados en lograr la victoria en circunstancias normales. Sin embargo, la parte final de la carrera, incluyendo la problemática parada en pits y el incidente con McLaren, interrumpió sus planes. Esto permitió que Lando Norris desafiara a Verstappen. Horner creía que si no hubiera ocurrido el problema en la parada en pits, Verstappen habría mantenido una ventaja más sólida, impidiendo que Norris se acercara.
Además de la colisión entre Red Bull y McLaren, ocurrió otro incidente en la Curva 3 que involucró a Fernando Alonso y Zhou Guanyu. Alonso chocó por detrás el coche de Guanyu y admitió su error, lo que resultó en una penalización. Explicó que no anticipó el bloqueo de neumáticos, lo que hizo que el coche acelerara en lugar de desacelerar. Alonso atribuyó esto a la pérdida de tracción en la pista cuando los neumáticos se bloquean, afectando el rendimiento de su coche.
Aunque el coche de Guanyu también frenó al mismo tiempo o ligeramente antes, Alonso asumió toda la responsabilidad por la colisión, reconociendo que fue su culpa. Mencionó que no pudo reaccionar en ese momento y que incluso si hubiera reaccionado de manera diferente, es poco probable que hubiera sumado puntos en la carrera del domingo.
Fernando Alonso acepta respetuosamente la culpa por chocar con Guanyu, ya que no era su intención hacerlo. El GP de Austria resultó ser otra carrera decepcionante para Aston Martin, ya que no lograron sumar puntos. Los aficionados siguen esperanzados de que el equipo rinda mejor en las próximas carreras.