Lance Stroll, piloto del equipo Aston Martin de Fórmula 1, expresó su frustración por la falta de velocidad máxima durante el Gran Premio de Japón. Stroll culpó a su elección de configuración del alerón trasero por sus dificultades, lo que resultó en una salida temprana en la clasificación y un 12º lugar en la carrera. Le resultó difícil adelantar a otros coches en la recta debido a la falta de velocidad en su automóvil. Stroll pudo ganar posiciones en las curvas del primer sector, pero en general consideró que el fin de semana fue para olvidar. El director del equipo Aston Martin, Mike Krack, aclaró que las dificultades de Stroll no se debían al rendimiento del motor ni a una resistencia excesiva en su coche. En cambio, Krack atribuyó la desventaja de Stroll a la condición de sus neumáticos, que afectaron su tracción y aceleración en las curvas. Estos factores llevaron a la frustración de Stroll y a su explosión de ira por radio durante la carrera.