La propiedad de dos equipos de Fórmula 1 por parte de Red Bull sigue siendo un punto de controversia en el paddock de F1, pero el CEO Peter Bayer ha confirmado el compromiso de la empresa de mantener su estructura de dos equipos. El equipo anteriormente conocido como AlphaTauri, ahora rebautizado como Visa Cash App RB, continúa el legado de la operación de Red Bull basada en Faenza, que ha estado evolucionando desde 2006 bajo diferentes nombres.
Inicialmente, hubo discusiones dentro de Red Bull sobre la posibilidad de deshacerse del segundo equipo, pero Bayer explicó que los beneficios de mantener ambos equipos superaban los inconvenientes. «Debatimos si mantener ambos equipos o centrarnos únicamente en Red Bull Racing, pero rápidamente concluimos que tener dos equipos ofrece ventajas significativas,» declaró Bayer.
El director del equipo, Laurent Mekies, expresó sentimientos similares, enfatizando la importancia de reposicionar el segundo equipo para una mayor competitividad. “P8, P9, P10 simplemente no son lo suficientemente buenos,” dijo Mekies, destacando el impulso de Red Bull para convertir al segundo equipo en un serio contendiente del medio pelotón.
Sin embargo, la doble propiedad de Red Bull ha generado preocupaciones entre los rivales, sobre todo en el CEO de McLaren, Zak Brown. Ha criticado repetidamente la estructura de Red Bull como un menoscabo del espíritu de competencia. Las frustraciones de Brown resurgieron después de la parada estratégica en pits de Daniel Ricciardo en el Gran Premio de Singapur, donde le robó la vuelta más rápida—y un punto—al piloto de McLaren, Lando Norris. Brown sugirió que esta maniobra fue un esfuerzo coordinado para ayudar a la campaña por el título de Max Verstappen, describiéndola como “una bonita cosa deportiva de equipo A/B” que no debería permitirse.
La controversia en torno al control de Red Bull sobre dos equipos de F1 no es nueva, y el llamado de Brown por una mayor independencia entre los equipos ha reavivado el debate sobre la equidad de tal arreglo. “Estoy mucho más interesado en la independencia de los 10 equipos que en la copropiedad en sí”, enfatizó Brown, reiterando sus preocupaciones sobre cómo la influencia de Red Bull podría alterar la competencia.
Mientras Red Bull se mantiene firme en su estrategia, la conversación más amplia sobre la propiedad de los equipos y la competitividad probablemente continuará. A medida que Red Bull busca maximizar el potencial de ambos equipos, las preguntas sobre la equidad de tal estructura persistirán, especialmente cuando los resultados de las carreras—como el punto de vuelta más rápida en Singapur—tienen implicaciones en el campeonato.
La batalla por la independencia y la equidad en la parrilla de F1 está lejos de haber terminado.