A medida que comenzó el fin de semana del Gran Premio de Singapur, quedó claro que McLaren y Ferrari eran las fuerzas dominantes en el Circuito de Marina Bay, dejando a Red Bull y Mercedes luchando por encontrar respuestas. Con Max Verstappen de Red Bull estancado en el 15º lugar y los pilotos de Mercedes esforzándose por mantener sus coches en la pista, la batalla en la cima parece ser una competencia entre los coches Naranja y Rojo.
Ferrari y McLaren ocuparon el centro del escenario tanto en las simulaciones de clasificación como en las largas tandas, con Charles Leclerc marcando el tiempo más rápido, seguido de cerca por Lando Norris. El piloto de McLaren se mostró particularmente fuerte en el ritmo de carrera, manteniendo una ligera ventaja sobre Leclerc y Carlos Sainz de Ferrari. Mientras tanto, el fin de semana de Red Bull pasó de malo a peor, ya que Verstappen se encontró casi a un segundo del ritmo, incapaz de extraer cualquier agarre de su RB19.
Las dificultades de Verstappen se vieron agravadas por repetidas quejas sobre la falta de agarre, tanto en la parte delantera como en la trasera de su coche. Un error en la Curva 7 lo llevó a salir de la pista, subrayando aún más los problemas de Red Bull en el complicado circuito de Singapur. Mientras tanto, Mercedes no tuvo mejor suerte, con Lewis Hamilton expresando su frustración por el mal agarre en la parte trasera y George Russell terminando su sesión contra la pared, mostrando un equipo claramente en desacuerdo con su W15.
La sesión de FP1 estuvo marcada por el controvertido ala trasera de McLaren, que había llamado la atención de la FIA después de flexionar de manera sospechosa en Bakú. Aunque McLaren afirmó que su ala pasó todas las pruebas de deflexión de la FIA, acordaron hacer ajustes menores, lo que plantea preguntas sobre cómo podría verse afectado el rendimiento del MCL38 en circuitos más rápidos más adelante en la temporada.
A medida que FP2 comenzaba bajo las luces, la sesión estuvo llena de drama. Las temperaturas eran altas, la humedad intensa y las tensiones palpables. Hamilton y Russell continuaron luchando con problemas de tracción, mientras que las frustraciones de Verstappen eran evidentes mientras lidiaba con un botón de radio atascado y problemas persistentes de manejo. Sergio Pérez, por su parte, recibió una bandera negra y blanca por cruzar la línea de salida de pits y más tarde describió el manejo de su coche como “descontrolado.”
En otros lugares, Franco Colapinto estacionó por error su Williams en el box de Alpine, para sorpresa de los mecánicos de Alpine que rápidamente lo redirigieron. Oscar Piastri y Norris coquetearon con las barreras, siendo este último quien golpeó la pared en la Curva 3 y regresó a los pits tras informar del impacto. Sainz continuó luchando con problemas de frenos, bloqueando repetidamente su rueda delantera derecha, lo que aumentó las preocupaciones de Ferrari a pesar de su fuerte ritmo.
Con Ferrari en posición 1-2 y McLaren cerca detrás, la historia del fin de semana es clara: a menos que Red Bull y Mercedes encuentren mejoras drásticas antes de la clasificación, estarán viendo desde la línea lateral mientras Ferrari y McLaren luchan por la supremacía en las estrechas calles de Singapur. El escenario está preparado para un enfrentamiento dramático bajo las luces, pero la pregunta sigue siendo: ¿pueden los gigantes en apuros de la F1 cambiar la situación a tiempo?