Oliver Rowland y el equipo de Nissan no eran conscientes del desafortunado destino que les esperaba en la segunda carrera del Misano E-Prix. Un simple error de software llevó a Rowland por un camino desastroso hacia el agotamiento de energía, dejándolo sin ninguna posibilidad de asegurar una segunda victoria consecutiva. A pesar de tomar la delantera de Pascal Wehrlein con seis vueltas restantes, la desaceleración final de Rowland reveló que su equipo no estaba al tanto de la inminente crisis energética que enfrentaban.
El jefe del equipo Nissan, Tommaso Volpe, expresó su frustración con el error, reconociendo que un pequeño procedimiento al inicio de la carrera fue pasado por alto debido a limitaciones de tiempo. Esta negligencia comprometió toda su estrategia y, en última instancia, llevó a su caída.
El problema en la parrilla, al que se refirió Volpe, fue más tarde confirmado como un error de parámetro en el software que requería un reinicio manual. Este contratiempo afectó sus operaciones habituales y contribuyó a los problemas que encontraron hacia el final de la carrera.
El mismo Rowland tenía preocupaciones sobre las limitaciones térmicas en las etapas finales de la carrera. Creía que Pascal no podría usar su energía debido al riesgo de sobrecalentamiento de la batería. Sin embargo, esta suposición resultó ser incorrecta, lo que llevó a una lectura falsa y un resultado devastador para Rowland y su equipo.
Al cuestionar a su equipo sobre lo que había sucedido, su respuesta estaba llena de incertidumbre. No pudieron explicar el repentino agotamiento de energía, dejando a Rowland en un estado de shock y decepción.
Mientras tanto, Porsche capitalizó la situación, manteniendo el enfoque y la compostura. Wehrlein, con la guía de su nuevo ingeniero, defendió con éxito su posición y se convirtió en el primer piloto en asegurar dos victorias en la temporada 2024.
Wehrlein admitió que al principio no estaba seguro de si la energía de Rowland realmente se agotaría, pero la información de su equipo demostró ser correcta. Al final, la decisión de Wehrlein de ahorrar energía valió la pena, garantizándole la victoria.
El jefe de Porsche Formula E, Florian Modlinger, expresó su satisfacción con el rendimiento del equipo, señalando que no tuvieron problemas de temperatura con su sistema de almacenamiento de energía. A pesar de la sorpresa con el cambio repentino en los niveles de energía, gestionaron la carrera de manera efectiva, lo que finalmente llevó a una victoria bien merecida para Wehrlein.
En general, fue un resultado decepcionante para Rowland y Nissan, ya que un simple error de software les costó una victoria potencial. Sin embargo, Wehrlein y Porsche emergieron victoriosos, mostrando su capacidad estratégica y habilidad para adaptarse a circunstancias imprevistas.