El mundo de la Fórmula 1 quedó en ebullición después del Gran Premio de México del pasado fin de semana, donde un feroz enfrentamiento entre Sergio Pérez y Liam Lawson robó el protagonismo. La carrera intensificó las especulaciones sobre el futuro de Pérez en Red Bull Racing, ya que Lawson, uno de los posibles contendientes por su asiento, mantuvo su posición en un acalorado duelo, dejando a Pérez frustrado y cuestionando la «actitud» del novato.
Pérez, luchando tras una complicada sesión de clasificación, comenzó desde un humilde 18º en la parrilla. A pesar de una penalización de cinco segundos por una salida en falso, estaba avanzando por el campo hasta que encontró resistencia del AlphaTauri de Lawson. Lawson dejó claro que no iba a apartarse simplemente para el Red Bull #11. El choque resultante dejó a Pérez con daños que comprometieron el rendimiento de su coche durante el resto de la carrera, relegándolo eventualmente al final del grupo.
Un Pérez visiblemente descontento expresó su frustración, sugiriendo que Lawson “necesitaba ser más humilde” si quería un lugar en la Fórmula 1. Pero el joven kiwi mantuvo su posición, defendiendo su decisión de no ceder sin luchar. “No sé a dónde quería que fuera. Le di espacio en la Curva 4, pero llegó súper tarde,” explicó Lawson, manteniendo que su posición era justa. «No iba a simplemente apartarme.»
Lo que encendió aún más al equipo de Red Bull fue el gesto de medio dedo de Lawson cuando más tarde superó a Pérez. Aunque rápidamente se disculpó, admitiendo que su reacción fue un “momento” y no una representación de su carácter, no suavizó la reacción de los altos mandos de Red Bull.
El asesor de Red Bull, Helmut Marko, opinó, adoptando una visión crítica de la defensa agresiva de Lawson. “[Fue] una colisión innecesaria, donde veo a Lawson como más culpable,” declaró, reconociendo que “sacar los codos” puede haber sido aceptable con otros equipos, pero “no con el equipo hermano.”
Lawson fue franco sobre la respuesta de sus jefes. «No creo que eso sea lo que a Helmut le gusta,” admitió. “No es mi carácter; no es algo que deberías estar haciendo.” A medida que Red Bull contempla el futuro de Pérez, estas tensiones pueden resultar decisivas para determinar qué piloto ocupará el asiento de Red Bull la próxima temporada.
Con la temporada acercándose a su conclusión, la alineación de pilotos de Red Bull está en la cuerda floja, y el choque en México puede ser el evento que incline la balanza.