En un enfrentamiento legal de alto riesgo, NASCAR emitió una enérgica refutación a la orden de restricción preliminar solicitada por 23XI y Front Row Motorsports, dos equipos que buscan mantener sus cartas y elegibilidad para competir en la temporada 2025 mientras desafían a NASCAR en una demanda antimonopolio. Este choque legal surge de prolongadas negociaciones sobre el próximo Acuerdo de Carta de la Serie de la Copa NASCAR, que concluyó en agosto con la oferta final de NASCAR. Mientras que la mayoría de los equipos firmaron el acuerdo, 23XI y Front Row no lo hicieron, y ahora buscan la intervención de un tribunal para mantener sus cartas mientras se desarrolla la demanda.
La refutación de NASCAR señala la solicitud de los equipos como un intento de obtener ventaja en lugar de abordar “daños irreparables”. Argumenta que la moción “busca cambiar el status quo” y tiene como objetivo principal asegurar ganancias financieras. NASCAR alega que la demanda “no se trata de proteger la competencia”, sino que es un intento de obtener mayores ingresos y mejores condiciones que las alcanzadas en negociaciones prolongadas.
La serie continuó llamando a la solicitud de la orden de restricción “una maestría en contradicción”. NASCAR señaló que la crítica de los equipos a la Carta de 2025 como “anticompetitiva” se produce a pesar de ser el producto de una negociación colectiva, que resultó en una mayor distribución de ingresos y aseguró lugares garantizados en las carreras para los equipos de la Serie de la Copa. La refutación destaca que, aunque 23XI y Front Row perdieron la fecha límite para firmar, habían participado en el acuerdo de carta anterior de 2016 sin plantear problemas.
NASCAR también señaló que los equipos están pidiendo al tribunal que haga cumplir términos que originalmente rechazaron. NASCAR subrayó que había hecho concesiones en la distribución de ingresos por medios durante las negociaciones e incluso extendió el plazo del charter, aunque no llegó a hacerlos permanentes—un punto de controversia que, según se informa, llevó a los dos equipos a boicotear una reunión del Consejo de Propietarios de Equipos en abril.
Tanto 23XI como Front Row, que cada uno opera dos entradas con charter, también están en proceso de adquirir un tercer charter de Stewart-Haas Racing. La refutación de NASCAR señaló que ninguno de los equipos ha presentado las solicitudes de transferencia requeridas para estos charters adicionales.
Al cerrar su respuesta, NASCAR advirtió que conceder la medida cautelar impondría “daños reales” a la organización y a los equipos que firmaron el Acuerdo de Charter 2025. Con los equipos necesitando claridad presupuestaria para la temporada 2025, NASCAR argumentó que una redistribución de charters de última hora interrumpiría los cálculos de premios y el presupuesto general. Además, NASCAR sostiene que “forzar a NASCAR a un contrato no deseado” socavaría el interés público.
La audiencia programada para la medida cautelar está fijada para el 4 de noviembre, una fecha que podría preparar el escenario para una de las decisiones más significativas en la historia moderna de NASCAR.