El viaje de Liam Lawson en la Fórmula 1 ha sido nada menos que notable, definido por su oportunidad inesperada y su determinación inquebrantable. Su oportunidad para brillar llegó tras el desafortunado accidente de Daniel Ricciardo en Zandvoort el año pasado. Ese momento cambió el rumbo para Lawson, convirtiéndolo de piloto reserva en un contendiente legítimo en solo cinco carreras.
Si Ricciardo no hubiera sufrido ese accidente que le rompió la mano durante FP2, Lawson podría todavía estar en la banca, esperando su momento. En cambio, fue lanzado al centro de atención, y el Kiwi se aseguró de que el mundo conociera su nombre.
A pesar de tener una experiencia mínima con el AlphaTauri AT04 y de enfrentarse a una complicada sesión de lluvia para FP3 en Zandvoort, Lawson manejó su debut con aplomo. Aunque giró en la Curva 13, el esfuerzo de Lawson en la clasificación, a solo cuatro décimas de Yuki Tsunoda, fue una actuación sólida dadas las circunstancias. Su resultado en la carrera – 13º lugar, por delante de su compañero de equipo – fue más que respetable, incluso mientras luchaba contra una penalización.
Monza mostró aún más el potencial de Lawson. Se clasificó a solo 0.164s de Tsunoda y terminó 11º en la carrera, un logro notable dado su estrategia de dos paradas y la falla del motor de Tsunoda antes de la carrera.
Pero fue en Singapur donde Lawson realmente llamó la atención. No solo llegó a Q3, sino que también sumó puntos con un noveno lugar. Su enfoque calmado y medido dio sus frutos al superar a Tsunoda cuando más importaba, asegurando valiosos puntos para AlphaTauri.
En Suzuka, Lawson una vez más mostró su destreza en las carreras. Superó a Tsunoda temprano en la carrera y se mantuvo firme durante todo el tiempo, aunque el coche no era lo suficientemente rápido como para asegurar un lugar en el top 10. Sin embargo, su batalla con su compañero de equipo destacó su espíritu competitivo.
Qatar, sin embargo, fue el punto más bajo de la actuación de Lawson. Con tiempo de práctica limitado bajo el formato de fin de semana de sprint, Lawson luchó por encontrar confianza en el circuito de Lusail. Fue eliminado en Q1 y se salió de la pista en la carrera de sprint, terminando finalmente en el 17º lugar en el gran premio. A pesar de esto, la frustración de Lawson solo subrayó sus altas expectativas para sí mismo.
Al reflexionar sobre su tiempo, la naturaleza autocrítica de Lawson fue evidente. Después del GP de Qatar, estaba decepcionado con cómo terminó su actuación, diciendo: “Las carreras hasta este punto estaban yendo bastante bien, pero esta definitivamente no ayuda.” Está claro que incluso con cuatro fines de semana impresionantes detrás de él, no estaba contento con solo presentarse; quería más.
El tiempo de Lawson como piloto sustituto puede haber sido breve, pero fue suficiente para dejar una impresión duradera. Sus actuaciones aseguraron que su nombre no será olvidado, y es probable que sea solo cuestión de tiempo antes de que regrese a la parrilla a tiempo completo.