Alpine ha confirmado que ya no utilizará motores Renault a partir de la temporada 2026 de Fórmula 1, optando en su lugar por unidades de potencia Mercedes como parte de una drástica reestructuración destinada a salvar al equipo en apuros. El CEO Luca De Meo reveló que la decisión se tomó para evitar el colapso total de Alpine en dos años, citando severas pérdidas financieras y la necesidad de reestructurar.
La salida de Renault de la producción de motores había sido especulada durante meses, y el cambio de Alpine para convertirse en un equipo cliente marca un punto de inflexión para el futuro de la marca en F1. Según De Meo, Alpine ha estado perdiendo la asombrosa cifra de 40 millones de euros diarios desde que asumió el cargo, lo que llevó al CEO a tomar lo que describió como un movimiento “decisivo” para estabilizar el proyecto.
“Hemos estado en una espiral descendente durante tres temporadas,” dijo De Meo a L’Equipe. “Si continuábamos así durante otros dos años, el proyecto habría colapsado por completo. Teníamos que actuar y hacer cambios.”
La drástica caída de Alpine al noveno lugar en el Campeonato de Constructores esta temporada ha llevado a un golpe financiero significativo. De Meo destacó que el mal rendimiento ha costado al equipo millones en acuerdos de patrocinio y bonificaciones perdidas, justificando aún más el cambio de los motores de Renault.
“Estamos perdiendo bonificaciones y patrocinadores debido a nuestra posición,” añadió De Meo. “Es embarazoso terminar en 16º y 17º lugares. Simplemente no somos competitivos.”
De Meo, quien asumió como CEO en julio de 2020, enfatizó que su papel como líder de una empresa cotizada requería que tomara decisiones difíciles y orientadas al negocio. El movimiento hacia las unidades de potencia de Mercedes se ve como un intento de revertir la fortuna de Alpine y hacer que el equipo sea más competitivo a medida que la F1 atraviesa una revisión de reglas en 2026.
“Tuvimos que repensar el proyecto si alguna vez queremos ganar”, declaró De Meo. “Como gerente, mi responsabilidad es tomar decisiones que estén en el mejor interés del negocio.”
A pesar de los rumores que circulaban sobre que el exdirector del equipo Flavio Briatore había sido traído de vuelta para preparar a Alpine para una venta, De Meo refutó estas afirmaciones, aclarando que el papel de Briatore estaba enfocado en revitalizar al equipo en lugar de empaquetarlo para una venta.
“He escuchado los rumores sobre Flavio y la venta del equipo. Es completamente falso. No lo traje para salir de la F1”, afirmó De Meo. “Estamos comprometidos a quedarnos. Flavio está aquí para ayudar a reorganizar y reenfocar en Enstone.”
De Meo también desestimó cualquier intención de vender el equipo, a pesar de reconocer que financieros e inversores lo contactan regularmente, ansiosos por entrar en la arena de la F1 antes de que los costos se disparen después de 2026.
“Cada dos semanas, recibo llamadas de inversores que quieren un pedazo de la F1. Saben que después de 2026, el valor de los equipos podría dispararse”, explicó. “Si vendiera por mil millones hoy, podrían revenderlo por el triple. Pero no estoy interesado; no soy estúpido. La F1 es vital para la presencia de la marca Alpine. Estamos en un club exclusivo, y eso nos da credibilidad.”
La decisión de Alpine marca un cambio estratégico ya que el equipo busca recuperar competitividad, aprovechando la fiabilidad de los motores de Mercedes y la experiencia de su equipo recién reorganizado. Con el compromiso de De Meo para reconstruir Alpine, el equipo está preparado para undergo una transformación en preparación para la nueva era de la Fórmula 1.