Repsol ha dado un nuevo paso en su misión de descarbonizar el transporte con el inicio de la producción a gran escala de combustibles renovables en su planta de Cartagena.
Esta planta, la primera en la Península Ibérica dedicada exclusivamente a la producción de combustibles 100% renovables y en la que se han invertido 250 millones de euros, tiene una capacidad de producción de 250,000 toneladas/año.
Estas instalaciones producirán diésel renovable y combustibles sostenibles para la aviación (SAF) que evitarán la emisión de 900,000 toneladas deCO2 al año, ya que representan una reducción del 90% en las emisiones netas de dióxido de carbono en comparación con el combustible mineral que reemplazan, debido a la menor intensidad de carbono del combustible renovable.
El combustible renovable, producido a partir de residuos orgánicos como aceite de cocina usado o residuos agroalimentarios, dando una segunda vida a estos materiales, es una solución rápida y sostenible para la descarbonización de todos los sectores del transporte, ya que puede ser utilizado en coches, camiones, autobuses, barcos o aviones, utilizando las infraestructuras de repostaje existentes. Este tipo de combustible ha llegado a las estaciones de servicio de Repsol en la Península Ibérica, y está disponible en más de 140 ubicaciones. El objetivo es alcanzar 600 para finales de este año y 1,900 para 2027.
Para el Director General de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, Juan Abascal, «Con esta primera planta en la Península Ibérica, estamos dando otro paso en nuestra transformación hacia la descarbonización, con un proyecto tecnológico de vanguardia.»
La planta de Cartagena procesará 300,000 toneladas de residuos orgánicos al año, dando prioridad a los residuos de origen nacional y europeo. Para asegurar la creciente demanda de materias primas con menor intensidad de carbono para la producción de combustibles renovables, Repsol ha firmado un acuerdo estratégico con Bunge a través del cual está adquiriendo el 40% de tres instalaciones industriales dedicadas a la producción de aceites y biocombustibles en Bilbao, Barcelona y Cartagena, cerca de los complejos industriales de la empresa. Para garantizar la trazabilidad y producción de biocombustibles sostenibles de acuerdo con los estándares de la Directiva de Energías Renovables (RED), Repsol ha obtenido certificaciones del Esquema de Sostenibilidad Voluntaria ISCC-EU y del Sistema Nacional de Verificación de Sostenibilidad de España.
Repsol actualmente tiene asociaciones estratégicas con empresas líderes en los sectores de transporte por carretera, de pasajeros y de cruceros en toda la Península Ibérica. Para promover el uso de combustible de aviación sostenible en vuelos comerciales, la empresa multi-energética ha trabajado con aerolíneas como Iberia, Ryanair, Vueling y Air Europa.
La nueva planta de Cartagena, cuya producción de combustibles renovables representa el 5% de su producción total de diésel y el 17% de su producción de parafina, será acompañada por una segunda planta en Puertollano en 2025. Tras una inversión de 120 millones de euros, una de las unidades del complejo industrial se convertirá para producir 240,000 toneladas de combustibles renovables. Repsol también planea replicar este modelo en un tercer centro industrial en España para 2030.
Juan Abascal destacó el compromiso de Repsol de transformar sus seis complejos industriales en la Península Ibérica en centros multi-energéticos descarbonizados, capaces de procesar todo tipo de materias primas para producir materiales con una huella de carbono reducida. Estos centros promoverán nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología. Esta transformación industrial se basará en cuatro pilares: eficiencia energética, economía circular, hidrógeno renovable y captura, uso y almacenamiento deCO2. «Nuestra hoja de ruta demuestra el compromiso de Repsol con la industria y con la generación de empleo y riqueza. De esta manera, contribuimos al desarrollo y a la cohesión territorial en áreas desfavorecidas y en ofrecer soluciones que aumenten la independencia energética de España», añadió el Director General de Transformación Industrial y Economía Circular de la empresa.
Repsol tiene como objetivo alcanzar una capacidad de producción total de combustibles renovables, incluyendo hidrógeno renovable y biometano, de entre 1.5 y 1.7 millones de toneladas para 2027 y hasta 2.7 millones de toneladas para 2030, y liderar el mercado de este tipo de combustible en la Península Ibérica. Con este proyecto y las iniciativas ya en marcha, la empresa se encuentra a la vanguardia del sector en términos de capacidad de producción de combustibles renovables.
La empresa cuenta con uno de los sistemas de refinación más eficientes de Europa, gracias a una inversión de alrededor de mil millones de euros al año en promedio durante la última década, período en el cual la Unión Europea ha perdido 24 refinerías, alrededor del 10% de su capacidad de producción de combustibles utilizados principalmente en el transporte por carretera. Las refinerías de Repsol emplean a alrededor de 28,000 personas, incluyendo empleo directo, indirecto e inducido.
Además de los combustibles renovables, la empresa también se centra en los combustibles sintéticos (o e-combustibles), producidos a partir de hidrógeno renovable yCO2 capturado de la atmósfera, con un proyecto de demostración industrial cerca de Petronor.
En su Plan Estratégico 2024-2027, Repsol prevé inversiones de hasta 6.8 mil millones de euros en los negocios industriales de la empresa, de los cuales el 44% se dedicará exclusivamente a proyectos de bajo carbono, sujetos a la evolución del marco regulatorio y fiscal, incluyendo iniciativas en combustibles renovables, biometano, hidrógeno renovable y gasificación de residuos, entre otros.