En un movimiento sorprendente que está destinado a remodelar el panorama de la industria de las motocicletas, Honda y Yamaha han anunciado una asociación estratégica en el sector de motocicletas eléctricas de pequeña cilindrada. Esta colaboración, resultado de negociaciones que comenzaron en 2016, marca un momento histórico en la industria de motocicletas japonesa.
Según declaraciones idénticas emitidas por ambas compañías el mes pasado, Honda proporcionará a Yamaha plataformas de motocicletas eléctricas basadas en sus modelos existentes: el EM1 e: y el BENLY e: I Clase 1.
Estas motocicletas pertenecen a la categoría Clase 1 japonesa, que se refiere a vehículos ligeros principalmente para uso urbano, equivalentes a ciclomotores de 50cc o motores eléctricos con una potencia nominal de hasta 0.60 kW (alrededor de 1 hp).
Esta asociación es el último desarrollo en el Consorcio de Baterías Intercambiables para Motocicletas Eléctricas, establecido en 2017 por los «Cuatro Grandes» de Japón: Honda, Kawasaki, Suzuki y Yamaha. El consorcio tiene como objetivo desarrollar un tipo común de batería para motocicletas eléctricas pequeñas y medianas.
El Honda EM1 e:, lanzado en mayo pasado, ofrece una potencia máxima de 2.2 hp, pesa 95 kg (incluida la batería), tiene una autonomía de 48 km y requiere seis horas para una carga completa. El BENLY e: I, anunciado en 2019, tiene una autonomía más larga de 88 km, un tiempo de recarga de aproximadamente cuatro horas, un motor de 3.6 hp y pesa 125 kg.
Mientras que el EM1 es un elegante vehículo urbano, el BENLY e: I es una motocicleta de utilidad dirigida a pequeñas empresas y servicios de entrega. Aún no está claro cómo Yamaha adaptará estos modelos, aunque se espera que conserven sus características fundamentales.
La fecha de lanzamiento de los primeros modelos de esta asociación aún no se ha divulgado. Sin embargo, los dos gigantes japoneses confirmaron que continuarán trabajando juntos para abordar los desafíos de las motocicletas eléctricas, como la autonomía, el tiempo de carga, el rendimiento y el costo.
Esta colaboración sin precedentes entre dos de los mayores rivales de la industria de las motocicletas señala una nueva era en la movilidad eléctrica de dos ruedas, prometiendo acelerar la innovación y la adopción de vehículos eléctricos en el sector.