Harley-Davidson se enfrenta a una situación desafiante en los Estados Unidos, con muchos de sus propietarios expresando su ira y sentimientos anti-woke.
En las redes sociales, algunas personas han tomado medidas extremas para demostrar su descontento, incluyendo destruir sus propias motocicletas con disparos de ametralladora, como evidencian los videos que circulan en línea.
Miembros conservadores y firmes de la comunidad de Harley-Davidson acusan a la empresa de adoptar políticas woke – iniciativas enfocadas en crear conciencia y abordar injusticias sociales relacionadas con la igualdad y la inclusión.
Las reacciones de odio, incluyendo un ataque por parte de la activista anti-DEI Starbuck, han llevado a Harley-Davidson a reevaluar sus planes, aunque la empresa continúa enfatizando su principio de unidad, «United We Ride».