El futuro de Marc Márquez en MotoGP ha tomado un giro sorprendente con su reciente declaración: quiere pilotar la última moto de evolución en 2025, independientemente de la marca o el equipo. Actualmente con Ducati, Márquez ha destacado, ganando 53 puntos en las rondas de Jerez y Le Mans, subiendo al tercer lugar en la clasificación del campeonato. Este éxito ha despertado el interés de Ducati, que tiene a Francesco Bagnaia firmado hasta 2026, pero enfrenta un «problema de lujo» con contendientes como Jorge Martín y Enea Bastianini también buscando un asiento de fábrica.
Los posibles escenarios de Márquez incluyen quedarse con Ducati, posiblemente a través de un equipo cliente como Gresini Racing o Pramac Racing si continúan con la maquinaria de Ducati. Alternativamente, podría hacer la transición a KTM, donde sus fuertes lazos con Red Bull y conexiones históricas con la marca hacen que este movimiento sea plausible. La alineación actual de KTM, que cuenta con Brad Binder y Pedro Acosta, parece estable, pero las aperturas en GasGas-Tech3 podrían ofrecer a Márquez otro camino.
Aprilia es otra opción, especialmente si Aleix Espargaró se retira o si se abren plazas en Trackhouse Racing. La versatilidad y el espíritu competitivo de Márquez mantienen múltiples puertas abiertas, asegurando una intrigante temporada de transferencias por delante.
A medida que Márquez navega por sus opciones, su enfoque sigue siendo asegurar la mejor maquinaria posible para continuar compitiendo al más alto nivel. Los aficionados y los equipos esperan con ansias el resultado de estas negociaciones de alto riesgo, que prometen remodelar la parrilla de MotoGP para 2025.