En un giro dramático en el MotoGP de Tailandia, Marc Márquez escapó por poco de una penalización después de que su traje de carreras se desabrochara a mitad de la carrera. A pesar de las estrictas regulaciones que exigen que el equipo de seguridad se use correctamente, los comisarios de la FIM optaron por aplicar discreción y perdonaron a Márquez una penalización.
El incidente ocurrió después de que Márquez se reincorporara tras una caída temprana que hizo que su airbag se desplegara, lo que él cree que causó que la cremallera de su traje se deshiciera. «El traje se abrió, creo, en la caída cuando se desplegó el airbag,» explicó Márquez tras terminar la carrera en 11ª posición. Las imágenes a bordo confirmaron que el cierre de seguridad estaba efectivamente abierto, pero con Márquez de vuelta en la carrera, pasó desapercibido para los oficiales hasta las últimas vueltas.
Según Crash.net, los comisarios pueden aplicar discreción en situaciones como estas, particularmente si creen que el piloto tuvo tiempo insuficiente para reaccionar. En el caso de Márquez, el problema fue señalado con dos vueltas restantes, pero la advertencia oficial solo llegó al tablero de Márquez en la última vuelta—justo 17 segundos antes de que concluyera la carrera, haciendo imposible una acción inmediata.
Los comisarios emitieron un informe revisado el jueves antes del GP de Malasia para aclarar su postura, diciendo: “Verificamos el mal funcionamiento del equipo con imágenes de video y enviamos inmediatamente un mensaje de ‘advertencia de equipo’. Sin embargo, para ese momento, era la última vuelta, y el mensaje fue reemplazado por la bandera a cuadros en su tablero.”
Esta decisión subraya las complejidades que enfrentan los encargados en juicios de seguridad en fracciones de segundo, equilibrando la estricta adherencia a las reglas con consideraciones prácticas y en tiempo real. Para Marquez, el incidente añade otra capa a una carrera llena de eventos, ya que ahora mira hacia el GP de Malasia con la seguridad y el enfoque renovados.