Marc Márquez tuvo que comenzar el GP de MotoGP de Japón en Motegi desde la octava posición tras perder una vuelta que podría haberle valido la pole position. A pesar de este contratiempo, el piloto hizo una fuerte recuperación para terminar en tercer lugar, asegurando la posición tras una intensa batalla con Enea Bastianini (Ducati), durante la cual Márquez tuvo que defenderse del italiano hasta la última vuelta.
Hablando en la conferencia de prensa, el piloto de Gresini reveló que intentó presionar aún más, pero cuando lanzó un ataque, falló su trayectoria en la curva 1: ‘Hicimos una buena remontada. La primera vuelta fue buena; [Jorge] Martín fue mejor, pero [Jack] Miller fue incluso mejor que nosotros, porque estábamos ahí recuperando muchas posiciones. Pero luego, una vez que fui tercero, ya estaban un poco demasiado lejos. Intenté seguir, y en algún momento dije, «Está bien, atacaré». Pero ese ataque significaba asumir más riesgos en los puntos de frenada, y me fui largo en la curva 1, perdí 1.5s en una vuelta’.
A partir de ese momento, Márquez centró su atención en defenderse de Bastianini, como explicó: ‘A partir de ese punto, comenzó la segunda carrera, que era intentar controlar a Bastianini. Estaba un poco asustado por las últimas vueltas, porque él era súper rápido, aunque estábamos rodando en 1m45s bajos, él me estaba alcanzando’.
Aunque Márquez no regresó al escalón más alto del podio, expresó satisfacción con su rendimiento en el GP de Japón y la forma en que va Gresini: ‘Me sentí bien. Comenzamos el fin de semana lejos de estos dos chicos [Francesco Bagnaia y Martín], pero terminamos bastante cerca. No es suficiente, pero estamos en el camino’.