El fin de semana pasado fue el mejor de la temporada para Honda, tanto en MotoGP como en el Campeonato Mundial de Superbike. Ambos campeonatos tuvieron carreras en Italia, que fueron bien para el fabricante japonés.
En MotoGP, hubo señales alentadoras en la sesión de clasificación del GP de Emilia Romagna en Misano, con Luca Marini (Repsol Honda) clasificándose en 15ª posición, justo por delante de su compañero de equipo Joan Mir y Johann Zarco (LCR Honda). La carrera Sprint no fue particularmente prometedora, con Marini terminando en 16ª posición como el mejor piloto de Honda.
Sin embargo, lo mejor se reservó para la carrera principal: Mir estaba en última posición al final de la primera vuelta, pero se recuperó hasta el 11º lugar, beneficiándose de solo dos abandonos. Marini terminó en 12ª posición, y Zarco anotó un punto en 15ª. En total, Honda igualó su mejor resultado en puntos del año en un GP por constructores, y Repsol Honda tuvo su mejor GP del año, sumando nueve puntos.
Si las cosas fueron bien en MotoGP, fueron aún mejores en WSBK. Iker Lecuona (Team HRC) terminó cuarto en la primera carrera en Cremona, a solo 1.200 segundos del podio, mientras que su compañero de equipo Xavi Vierge terminó sexto. Este fuerte resultado colectivo continuó en la carrera de Superpole, con Lecuona finalizando en quinto lugar.
La segunda carrera principal fue ligeramente menos favorable: Lecuona cruzó la línea en sexto y Vierge en octavo. En general, Honda anotó 28 puntos para el campeonato de constructores, mientras que Team HRC sumó 48 puntos en el campeonato de equipos.
Así, en medio de un año desafiante con resultados muy por debajo de las expectativas tanto en MotoGP como en WSBK, Honda vislumbró esperanza para un futuro mejor y la posibilidad de regresar a los éxitos pasados en ambos campeonatos.