Honda se encuentra en una posición difícil en MotoGP. A pesar de numerosos esfuerzos, su moto sigue siendo la menos competitiva en el campo actual, lo que se refleja en solo 37 puntos en la clasificación de constructores.
La RC213V ha sufrido cambios radicales, pero no hay signos visibles de progreso. El piloto de pruebas Stefan Bradl, encargado de experimentar con todo el material que podría ser introducido, incluso en sus apariciones como comodín, como en el GP de San Marino a principios de septiembre, no está satisfecho con la situación.
Como citó Motorsport.com, Bradl expresó su frustración: ‘Hay que tomarlo con un poco de humor. Me obligan a montar con cosas que no funcionan. En el calentamiento, probamos algo que era el último paso para mantener vivas las esperanzas. Eso tampoco funcionó’.
Bradl explicó que actualmente está montando una versión más antigua de la moto con una especificación que no le gusta y admitió que se siente estancado: ‘En este momento, no hemos encontrado una solución o una forma de mejorar y salir de esta crisis’.
Esta situación le está afectando mentalmente: ‘Tengo que manejar la carrera como pueda. No tengo sensación con la moto. No estoy ni física ni mentalmente preparado. No siento nada’, confesó Bradl.
