KTM está innovando en MotoGP y este año ha optado por un chasis de fibra de carbono y hasta ahora los resultados han sido positivos, aunque todo está involucrado en mucha investigación y análisis, especialmente después de cada caída sufrida por sus pilotos. Nicolas Goyon admite que se están realizando análisis constantes y que se está haciendo un trabajo extra por parte de todos los involucrados.
En una entrevista con Paddock-GP, el Team Manager de Red Bull GASGAS Tech3 habló sobre cómo el equipo austriaco ha estado trabajando en este concepto aún relativamente «nuevo»: ‘Es cierto que todavía es muy nuevo y, en Pierer Mobility, nadie tiene la experiencia necesaria para estar completamente seguro sobre este nuevo material. Así que lo que sucede es que tenemos protocolos de verificación de chasis muy estrictos. A grandes rasgos, tan pronto como hay un problema notable, una caída o algo así, se nos instruye a que se revise el chasis’.
Este análisis y trabajo extra es exigente, pero todo sugiere que es algo natural en esta etapa de desarrollo y que eventualmente debería calmarse: ‘Así que está claro que, para los técnicos, es mucho más restrictivo que antes, porque tenemos que desmontar con mucha más frecuencia y posiblemente cambiar el chasis mucho más que antes. Así que la idea es ganar experiencia. Y luego, poco a poco, imagino que si no tenemos problemas mayores, también nos relajaremos en términos de estos controles’.
Goyon incluso trazó paralelismos con una experiencia reciente: ‘Si lo miras, pasamos por un proceso similar cuando tuvimos los primeros brazos de carbono, y es lo mismo ahora. Era algo nuevo al principio, éramos muy, muy restrictivos en términos de kilometraje, controles, etc., y luego ganamos experiencia y nos dimos cuenta de que en algunos casos podíamos relajarnos un poco. Así que, por supuesto, si hay un gran accidente, siempre lo desarmaremos y lo enviaremos a revisar. Aquí, hacen radiografías y realizan toda una serie de análisis para comprobarlo y, si todo está bien, nos lo devuelven’.
Y es en la sede de Mattighofen donde se realiza gran parte del trabajo, explicó: ‘Sí, en la mayoría de los casos, sí. Se envían a Austria porque requieren radiografías y equipos que no necesariamente tenemos en los circuitos’.