A medida que la temporada de MotoGP entra en su etapa final, el debate entre los modelos GP23 y GP24 de Ducati se ha reavivado, especialmente después de la dramática falla del motor de Marc Marquez en el Gran Premio de Indonesia. La avería de la moto de Marquez mientras buscaba un lugar en el podio en Mandalika ha sacado a la luz problemas más profundos con las Ducati GP23, afectando el rendimiento de toda la flota, según GPone.com.
Desde el inicio de la temporada, ha habido discusiones continuas sobre si las máquinas Ducati GP23 eran realmente más competitivas que sus contrapartes GP24. Las victorias de Marquez en Aragón y Misano con la moto del año pasado parecían apoyar esta teoría, con algunos apuntando a la aparente ventaja de la GP23 en agarre bajo ciertas condiciones. Sin embargo, la inesperada falla del motor en Indonesia ha obligado a Ducati a hacer ajustes sustanciales, revelando vulnerabilidades ocultas.
Durante la carrera en Indonesia, el motor de la Ducati de Marquez falló sin previo aviso. “No tuve ninguna advertencia del motor; estaba funcionando normalmente hasta que se rompió,” declaró Marquez, sorprendido por la repentina falla. La investigación de Ducati rastreó el problema hasta el volante, un componente crucial que regula la energía y asegura una velocidad constante del cigüeñal. Dado que el volante es externo, se puede cambiar sin violar las estrictas reglas de modificación de motores de MotoGP. Sin embargo, la decisión de degradar el volante del motor se tomó como medida de precaución, impactando a todas las GP23 y alterando su dinámica de rendimiento.
Las consecuencias de este ajuste no han pasado desapercibidas para los pilotos de Ducati. Marco Bezzecchi y Fabio Di Giannantonio, que también compiten en el GP23, han expresado abiertamente su insatisfacción. Bezzecchi manifestó su frustración, afirmando: “Actualmente, después de la mejora, la situación es peor nuevamente”, indicando que la degradación ha afectado negativamente el manejo de la moto. Di Giannantonio coincidió con estos sentimientos, destacando que la incapacidad para mantener el volante mejorado ha ampliado la brecha entre los GP23 y los superiores GP24.
Esta brecha de rendimiento se mostró claramente en la reciente carrera en Motegi. Mientras Pecco Bagnaia, en el GP24, aseguró la victoria, Marquez terminó a 3.8 segundos en cuarto lugar. La mejor actuación del GP23 vino de Bezzecchi, quien cruzó la meta en séptimo lugar, a asombrosos 19 segundos del ganador, quedando detrás no solo de los GP24 de Bastianini y Morbidelli, sino también de la KTM de Brad Binder. Estos resultados revelan que los GP23 degradados están luchando por igualar a los GP24, particularmente durante momentos críticos de la carrera.
Davide Tardozzi, director del equipo Ducati Lenovo, respondió a las preguntas sobre los cambios, afirmando: “Se cambiaron algunos parámetros tanto en el GP23 como en el GP24. Si algún piloto prefería la situación anterior, desafortunadamente tiene que adaptarse.” La respuesta diplomática de Tardozzi intentó minimizar el impacto, pero estaba claro que la degradación ha afectado más adversamente a los GP23.
Marc Marquez, a pesar del contratiempo, mantiene una perspectiva pragmática. “No tiene sentido pensar demasiado en ello; simplemente hay que adaptarse,” comentó, enfatizando su enfoque en adaptarse y seguir adelante. Sin embargo, no todos los pilotos comparten su optimismo, y su incomodidad con los cambios podría influir significativamente en su rendimiento en las últimas carreras de la temporada.
A medida que concluye la temporada de MotoGP, el enfoque sigue en la capacidad de Ducati para gestionar los desafíos técnicos y la insatisfacción de los pilotos que surgen de sus recientes ajustes en el motor. Con los GP23 rezagados y los pilotos obligados a adaptarse sobre la marcha, la batalla por las carreras restantes será tanto sobre manejar estas luchas internas como sobre asegurar puntos en la pista.