La ronda final del año es una despedida y con un sabor amargo en la boca, al menos para Miguel Oliveira, quien deja la estructura de Aprilia y Trackhouse con la sensación de que quedó algo por hacer, incluso más que cuando se despidió de su equipo anterior (KTM). El portugués también comentó que la despedida de Wilco Zeelenberg es una gran pérdida para el equipo.
Con su despedida de Aprilia acercándose y enfrentándose al hecho de que cuando está en su mejor momento termina lesionándose una y otra vez, y siente que en esta despedida hay algo que queda pendiente, Oliveira no tuvo dudas: ‘Sí, ciertamente sí. Cuando dejé KTM también me fui con esa sensación, pero con Aprilia es una sensación aún mayor, pero es lo que es’.
Frente a la despedida de Wilco Zeelenberg, gerente del Trackhouse Racing Team, quien también se despide al final de este año, el piloto de Trackhouse cree que es una gran pérdida para el equipo, elogiando su cercanía con el gerente y su importancia dentro del garage:
– Wilco fue un gran activo para el equipo y fue genial trabajar con él. Estuvo del lado de los pilotos la mayor parte del tiempo y a menudo hizo de puente entre lo que sentíamos y lo que era un verdadero problema técnico. Tiene mucha experiencia y al tratar con nosotros entiende efectivamente nuestra perspectiva y siempre es una buena adición al equipo, y es una pena que se esté yendo. Si miras a los equipos de MotoGP hoy en día, siempre tienes a este tipo de persona en el garage, un tipo que tal vez fue piloto y está retirado, pero que realmente entiende lo que necesitamos y creo que es una gran pérdida para el equipo.