A principios de esta semana, se anunció la cancelación del GP de MotoGP de Kazajistán. Inicialmente programada para junio, la ronda de Sokol tuvo que ser pospuesta debido a las inundaciones de abril en Asia Central. La solución encontrada fue reprogramarla para el 20 al 22 de septiembre, fechas que originalmente estaban asignadas al GP de India, que también fue cancelado. Previamente, el GP de Argentina también había sido cancelado.
Eso hace tres rondas canceladas en solo un año. Desde la pandemia, esta situación ha sido recurrente en MotoGP por diversas razones. Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, advirtió a SPEEDWEEK.com: ‘Es muy complejo. El año pasado, la Fórmula 1, que tiene una excelente gestión, más seguridad y está avanzando muy bien, canceló dos GPs. Deberíamos acostumbrarnos a ello’.
En F1, la temporada 2023 vio las cancelaciones del GP de China (aún debido a los efectos de la pandemia en el país) y del GP de Emilia Romagna debido a inundaciones en la región unas semanas antes del evento. En MotoGP, Dorna planea mitigar las cancelaciones exigiendo a los organizadores que realicen un depósito monetario, que perderán si se cancela el GP.
Sin embargo, Ezpeleta hizo una salvedad: ‘Si te vuelves demasiado restrictivo y dices que no, no haré nada para evitar que esto me suceda, realmente creces. Por supuesto, asumimos ciertos riesgos, que intentamos minimizar. Obviamente, no nos gusta cancelar, pero lo que nos gusta aún menos es cuando las carreras están mal organizadas’.