VW anunció la venta de sus operaciones en Xinjiang, en el noroeste de China, donde se acusa al gobierno de Beijing de violaciones masivas de derechos humanos, incluyendo trabajo forzado.
La fábrica ubicada en la capital de Xinjiang, Urumqi, que VW opera en asociación con SAIC, así como una pista de pruebas en Turpan, será vendida a una empresa estatal china, según un informe de «Bloomberg» citando un comunicado de VW.
La compañía citó «razones económicas» y un «reajuste estratégico» para justificar su decisión anunciada recientemente.
Volkswagen ha estado bajo el escrutinio debido a su fábrica en Urumqi, que se inauguró en 2013, en la que la empresa tiene una participación a través de su socio local SAIC.
Es importante señalar que durante varios años, Estados Unidos y otros gobiernos occidentales, así como organizaciones de defensa de los derechos humanos, han acusado a Beijing de llevar a cabo una campaña represiva contra los uigures y otras minorías étnicas musulmanas en Xinjiang, incluyendo trabajo forzado y detenciones en campos de indoctrinación.
Beijing ha negado enérgicamente las acusaciones, afirmando que su programa destinado a mejorar los estándares de vida de las minorías étnicas ha sido malinterpretado.
La región noroeste de China alberga a varios proveedores para empresas multinacionales, incluyendo importantes marcas europeas y norteamericanas.