En el mundo de alto riesgo de los gigantes automotrices globales, Stellantis está apostando fuertemente por una estrategia que muchos considerarían desalentadora: gestionar un portafolio de 14 marcas distintas en múltiples mercados a nivel mundial. La compañía, formada a través de la fusión de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y PSA Group, reafirmó recientemente su compromiso con esta vasta y diversa alineación de marcas, desmintiendo rumores sobre posibles escisiones o cierres.
A pesar de las preocupaciones sobre mercados superpuestos y el riesgo de que la competencia interna canibalice las ventas, Stellantis ha dejado claro que todas sus «marcas poderosas e icónicas» permanecerán intactas, al menos hasta el final de la década. Este anuncio se produce en respuesta a un video publicado por Frank B. Rhodes, Jr., bisnieto de Walter P. Chrysler, quien abogó por separar Dodge y Chrysler de Stellantis para revivir a Chrysler Corporation como una entidad independiente. Sin embargo, la última declaración de Stellantis ha puesto efectivamente esta idea a descansar, confirmando que estas marcas estadounidenses seguirán bajo su paraguas corporativo.
Este renovado compromiso de Stellantis es algo sorprendente, dado los recientes comentarios del CEO Carlos Tavares, quien insinuó que las marcas no rentables podrían enfrentarse a la guillotina. Tavares había declarado sin rodeos: «Si no generan dinero, las cerraremos. No podemos permitirnos tener marcas que no generen ganancias.» Esto llevó a especulaciones de que Maserati, Lancia o DS Automobiles podrían estar al borde de ser eliminadas. Sin embargo, la última comunicación de la compañía sugiere que las 14 marcas, incluidas aquellas que anteriormente se consideraban vulnerables, continuarán su camino dentro de Stellantis.
El momento de este anuncio es particularmente significativo, ya que marcas como Lancia y Maserati están en medio de la revitalización de sus gamas. Lancia, que ha estado relegada a un segundo plano con una presencia de mercado limitada, finalmente está lanzando nuevos modelos y expandiéndose más allá de Italia. Maserati, por su parte, está renovando su oferta y espera demostrar su viabilidad como marca de lujo. DS Automobiles, aunque ha luchado por justificar su existencia desde que se separó de Citroën en 2014, sigue siendo parte de la estrategia de marca «premium» de Stellantis junto a Alfa Romeo y Lancia.
El lado estadounidense de las operaciones de Stellantis también está bajo escrutinio, con Chrysler y Dodge enfrentando desafíos significativos. Chrysler, que alguna vez fue una fuerza dominante en el mundo automotriz, ahora se reduce a un solo modelo: la miniván Pacifica, tras la descontinuación del sedán 300C. Dodge, aunque ofrece más variedad, también está viendo cómo sus icónicos motores V-8 son eliminados en favor de trenes motrices eléctricos y de seis cilindros en línea en modelos como el nuevo Charger. A pesar de estas luchas, la compañía parece decidida a mantener estas marcas vivas, apostando por su potencial a largo plazo.
La decisión de Stellantis de mantener un portafolio de marcas tan amplio y diverso plantea preguntas sobre la sostenibilidad de este enfoque. Algunos observadores de la industria se preguntan por qué la compañía insiste en lanzar múltiples sub-marcas, lo que puede diluir la identidad de la marca y confundir a los consumidores. Por ejemplo, Abarth, que ha sido una entidad independiente desde 2007, podría fácilmente haber permanecido como un acabado de alto rendimiento bajo Fiat en lugar de estar sola como una marca separada.
Sin embargo, ciertas marcas dentro del imperio Stellantis se consideran «demasiado grandes para fallar». Alfa Romeo, por ejemplo, tiene un nuevo SUV Stelvio y una berlina Giulia de próxima generación en desarrollo, ambos se espera que refuercen la posición de la marca. Jeep, Ram, Citroën, Fiat, Opel/Vauxhall y Peugeot también son vistos como jugadores sólidos en sus respectivos mercados, a pesar de enfrentar desafíos en algunas regiones.
Además de gestionar sus marcas existentes, Stellantis está expandiendo su alcance con una participación del 51% en Leapmotor International, una empresa conjunta destinada a llevar vehículos eléctricos fabricados en China a Europa y otros mercados globales. Este movimiento subraya la ambición de Stellantis de competir en el escenario global, incluso mientras navega por las complejidades de su extenso portafolio de marcas.
A medida que Stellantis continúa refinando su estrategia, solo el tiempo dirá si este compromiso con 14 marcas dará frutos o se convertirá en una carga demasiado pesada de llevar.