El icónico Porsche 917K, una de las estrellas de la película de 1971 Le Mans y que una vez fue propiedad de Steve McQueen, está listo para captar la atención nuevamente mientras se dirige a subasta a principios de 2025. Este coche en particular, chasis 917-022, no es un coche de carreras cualquiera: es el «coche héroe» de la película de culto, apareciendo de manera destacada en imágenes que han emocionado a los aficionados al automovilismo durante décadas. Con su rica historia y propiedad de celebridades, se espera que el 917K alcance una suma astronómica, potencialmente superior a los 20 millones de dólares.
Construido originalmente en 1969 con fines de homologación, el coche fue posteriormente actualizado a especificaciones 917K para la temporada de carreras de 1970. A pesar de su potencial, el coche nunca compitió en la pista ese año. En cambio, fue vendido a la Solar Productions de McQueen para su uso en Le Mans, donde fue terminado en la icónica librea de Gulf, convirtiéndose instantáneamente en una leyenda dentro y fuera de la pantalla.
Después del rodaje, McQueen se deshizo del coche, vendiéndolo al renombrado piloto alemán Reinhold Joest. Joest corrió el 917K durante la temporada de resistencia de 1971, incluyendo las 24 Horas de Le Mans, donde, desafortunadamente, no logró terminar. El coche también compitió en otras pistas notables como Brands Hatch, Monza, Spa y Nurburgring.
A lo largo de los años, el 917K cambió de manos entre varias figuras notables, incluyendo la leyenda de las carreras Brian Redman y el ganador de Le Mans 1970 Richard Attwood, antes de ser comprado por el comediante y aficionado a Porsche Jerry Seinfeld en 2002. Aunque Mecum Auctions no ha confirmado si Seinfeld es el propietario actual, la procedencia del coche es indiscutible.
A pesar de su edad, el Porsche 917K parece estar en condiciones inmaculadas, probablemente aún con su motor plano de 12 cilindros original y caja de cambios manual. Dada la importancia histórica, la fama cinematográfica y el hecho de que una vez fue propiedad de McQueen, se espera que esta subasta rompa récords. Hace siete años, un 917K similar utilizado en Le Mans se vendió por 14 millones de dólares. Con el prestigio adicional de este coche, el precio final podría fácilmente superar los 20 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los coches más caros jamás vendidos en una subasta.
Los coleccionistas y entusiastas de las carreras estarán observando de cerca cuando esta pieza de la historia del automovilismo salga a la venta en la subasta de Mecum en Kissimmee en enero de 2025. ¿Establecerá un nuevo estándar en el mundo de las subastas de coches clásicos? Solo el tiempo lo dirá.