La crisis que enfrenta el sector automotriz europeo podría empeorar si Donald Trump gana las elecciones presidenciales en EE. UU. en noviembre.
Esto se debe a que el candidato republicano parece dispuesto a ofrecer incentivos para la compra de vehículos nuevos, pero solo para modelos estadounidenses, excluyendo así a los automóviles fabricados en Asia y Europa.
Aunque la mayoría de los fabricantes extranjeros tienen fábricas en EE. UU. donde producen ciertos modelos que podrían beneficiarse de las deducciones fiscales que Trump promete imponer, la verdad es que algunos modelos producidos en Europa se perderán los incentivos.
«No quiero que esto beneficie a otros países; quiero que nos beneficie a nosotros,” dijo Donald Trump en un mitin en Greensboro, Carolina del Norte, según informó “Bloomberg.”
“La deducción de intereses es genial, pero solo si el coche se fabrica en los Estados Unidos. ¿Por qué demonios les daríamos deducciones fiscales si fabrican los coches en China, Japón o en muchos otros lugares que han robado nuestro negocio a lo largo de los años?”, añadió el candidato republicano.
Proporcionar exenciones fiscales para los automóviles fabricados en EE. UU. es solo parte del plan de Donald Trump para persuadir a los estadounidenses a comprar vehículos producidos en el país, habiendo prometido también introducir altos aranceles sobre los modelos producidos en China y en el vecino México.