La empresa estadounidense Fisker, un fabricante de automóviles eléctricos fundado por el famoso diseñador Henrik Fisker, ha declarado la bancarrota después de meses de problemas con su SUV Ocean, incluidos retiros del mercado y docenas de demandas.
La compañía se declaró en bancarrota en el Tribunal de Delaware tras no lograr un acuerdo con otro fabricante de automóviles para evitar el fin de Fisker.
La marca estimó activos entre 500 millones y 1,000 millones de dólares y pasivos entre 100 millones y 500 millones de dólares.
El número estimado de acreedores de Fisker se encuentra entre 200 y 999, incluyendo SAP, Adobe, Salesforce y Ansys. La solicitud de bancarrota protege a la marca de vehículos eléctricos de los acreedores mientras desarrolla un plan para saldar sus deudas.
«Al igual que otras empresas en la industria de vehículos eléctricos, hemos enfrentado diversos vientos en contra del mercado que han impactado nuestra capacidad para operar de manera eficiente,» declaró Fisker en un comunicado de prensa.
«Después de evaluar todas las opciones para nuestro negocio, hemos determinado que proceder con la venta de nuestros activos bajo la solicitud de bancarrota es el camino más viable para la empresa,» agregó la nota de Fisker.
Cabe destacar que la empresa estadounidense produjo más de 10,000 vehículos en 2023 a través de Magna Steyr en Austria, menos de una cuarta parte de las previsiones iniciales, y solo entregó alrededor de 4,700. Además, la producción del SUV Ocean se interrumpió en marzo.
La ahora revelada bancarrota de Fisker llega en un momento en que los fabricantes de vehículos eléctricos enfrentan una disminución de la demanda y ventas de modelos eléctricos en EE. UU. y Europa.