A medida que se acercan las elecciones en EE. UU., los líderes rusos y europeos están sembrando dudas sobre cualquier cambio importante en las relaciones internacionales, independientemente del resultado. El ex presidente ruso Dmitry Medvedev expresó escepticismo sobre cualquier cambio positivo desde Washington, mientras que el primer ministro húngaro Viktor Orban sugirió que una victoria de Trump podría obligar a Europa a replantearse su postura sobre la guerra en Ucrania.
Medvedev, ahora un alto funcionario de seguridad, desestimó la noción de que las elecciones presidenciales de EE. UU. del martes alterarían el panorama diplomático o de seguridad de Moscú. «Las elecciones no cambiarán nada para Rusia», escribió en la aplicación de mensajería Telegram, afirmando que ambos candidatos estadounidenses apoyan un consenso bipartidista destinado a debilitar a Rusia.
Mientras tanto, Orban, un crítico abierto de la ayuda militar europea a Ucrania, indicó que una presidencia de Trump podría desencadenar un cambio en el enfoque de Europa. “Si hay un presidente pro-paz en América … entonces Europa no puede permanecer pro-guerra”, dijo Orban el domingo. Dejó claro su apoyo a Trump, sugiriendo que la postura “pro-paz” del ex presidente podría allanar el camino para un acuerdo negociado en Ucrania.
Orban se ha posicionado durante mucho tiempo como un disidente en la política europea, expresando una fuerte oposición a la ayuda militar occidental para Ucrania y alineándose con líderes que favorecen un acuerdo de paz en lugar del conflicto continuo. Esta visión contrasta marcadamente con el sentimiento predominante en gran parte de la UE, que continúa respaldando la defensa de Ucrania contra la agresión rusa. El apoyo de Orban a Trump refleja una alineación más amplia en la ideología, ya que ambos líderes han criticado públicamente el amplio apoyo militar a Kyiv y han pedido negociaciones.
Las declaraciones tanto de Medvedev como de Orban subrayan las apuestas globales de las elecciones en EE. UU. El pesimismo de Medvedev y el tono esperanzador de Orban revelan cuán diferente es la visión que tienen Moscú y Budapest sobre el potencial de una victoria de Trump. Mientras que los líderes rusos parecen resignados a la oposición bipartidista de EE. UU., Orban ve un posible camino para el cambio si Washington se desplaza hacia una administración “pro-paz”. A medida que Europa lidia con su papel en la crisis de Ucrania, los comentarios de Orban destacan el potencial de nuevas líneas de falla diplomáticas, dependiendo de la dirección que elija América.
Las fuentes de este artículo incluyen: Reuters, publicaciones de Telegram de Dmitry Medvedev, declaraciones del Primer Ministro húngaro Viktor Orban.