En un giro dramático de los acontecimientos, el gobierno chino ha liberado a tres ciudadanos estadounidenses que habían estado cumpliendo duras penas por cargos disputados de espionaje y tráfico de drogas. El momento del anuncio, a solo unas semanas antes de que el presidente electo Donald Trump regrese al cargo, plantea preguntas sobre sus implicaciones para las relaciones entre EE. UU. y China.
Perfiles en la Perseverancia
Entre los prisioneros liberados se encuentran:
- Mark Swidan, un empresario de Texas que había sido condenado a muerte por delitos relacionados con drogas en 2012. Los cargos contra Swidan fueron ampliamente criticados como infundados, con notables defensores como el actor Mel Gibson pidiendo su liberación.
- Kai Li, un empresario de células solares encarcelado en 2016 por cargos de seguridad del estado. El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-NY), abogó personalmente por su liberación, incluso planteando el tema con el presidente chino Xi Jinping durante un viaje al Congreso.
- John Leung, un hombre de 78 años que había estado cumpliendo una condena de cadena perpetua por presunto espionaje desde 2021.
“Pronto regresarán y se reunirán con sus familias por primera vez en muchos años”, anunció la Casa Blanca, acreditando la diplomacia directa del presidente Joe Biden por asegurar su libertad. Schumer elogió el compromiso personal de Biden con Xi, llamándolo un momento clave en una relación tensa.
¿Diplomacia o movimiento calculado?
Las circunstancias exactas de la liberación siguen siendo inciertas. Algunos especulan que podría ser un gesto de buena voluntad tras la reciente reunión de Biden con Xi en la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima, Perú. Otros sugieren que podría ser un intento de Pekín por aliviar tensiones de manera preventiva mientras Trump se prepara para asumir el cargo.
Trump, quien ha señalado una postura más dura hacia China, recientemente amenazó con un nuevo arancel del 10% sobre las importaciones chinas debido al papel del país en las exportaciones de fentanilo, que han alimentado una crisis de drogas mortal en EE. UU.
El manual de Trump para China
Durante su primer mandato, Trump fue muy vocal en las negociaciones sobre estadounidenses encarcelados y a menudo adoptó un tono combativo con China. Ha planteado la idea de obligar a Pekín a pagar $50 billones en reparaciones por su manejo de la pandemia de COVID-19, que las agencias de inteligencia de EE. UU., incluido el FBI, creen que se originó en un escape de laboratorio en Wuhan.
En una declaración reciente, Trump expresó frustración por la incapacidad de China para frenar la producción de fentanilo, afirmando, “Hasta que dejen de hacerlo, estaremos cobrando a China un arancel adicional del 10% sobre todos sus muchos productos que ingresan a los Estados Unidos de América.”
Corrientes políticas
Los críticos de la política de Biden hacia China afirman que ha sido demasiado indulgente, citando supuestos negocios que involucran a su familia y empresas chinas. Aunque Biden ha mantenido varios de los aranceles de Trump sobre China e incluso introdujo nuevos a principios de este año, los líderes republicanos argumentan que no ha hecho lo suficiente.
A medida que las tensiones geopolíticas aumentan, la liberación de estos tres estadounidenses ofrece un respiro momentáneo, pero destaca las altas apuestas de la diplomacia entre EE. UU. y China. Con la inauguración de Trump a solo unas semanas de distancia, el mundo está observando para ver cómo se desplaza el equilibrio de poder entre las dos superpotencias.