El Departamento de Estado de EE. UU. ha dado luz verde a una posible venta militar extranjera de $70 millones al Reino Unido, proporcionándoles cuarenta y seis unidades del Sistema de Entrenamiento de Combate Táctico Incremento II (TCTS II). Este desarrollo significativo fue anunciado en un comunicado de prensa el 18 de noviembre de 2024. Junto con los sistemas TCTS II, la venta propuesta también incluye contenedores, soporte de integración y prueba, piezas de repuesto y reparación, publicaciones técnicas, capacitación de personal y equipo de entrenamiento, así como soporte logístico y de programa adicional.
De acuerdo con el protocolo, la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa de EE. UU. ha notificado formalmente al Congreso sobre esta venta prospectiva. Enfatizando su importancia estratégica, el Departamento de Estado declaró que esta transacción serviría para fortalecer la política exterior y los objetivos de seguridad nacional de los Estados Unidos. Al mejorar las capacidades de seguridad de un aliado clave de la OTAN como el Reino Unido, se puede fortalecer aún más la estabilidad política y el progreso económico en Europa.
La integración de los sistemas TCTS II tendrá un impacto transformador en el entrenamiento de combate en vivo, virtual y constructivo para la Real Fuerza Aérea (RAF). Como resultado de esta adquisición, la interoperabilidad entre las fuerzas de EE. UU. y del Reino Unido durante los ejercicios de entrenamiento operativo se verá enormemente mejorada. El Departamento de Estado dejó en claro que no hay preocupaciones respecto a la asimilación de este equipo en las fuerzas armadas del Reino Unido.
Collins Aerospace en Cedar Rapids, Iowa, y Leonardo DRS Systems en Fort Walton Beach, Florida, supervisarán el manejo de esta venta. Es importante señalar que esta transacción no interrumpirá los equilibrios militares regionales ni comprometerá la preparación defensiva de EE. UU. Además, no será necesario que personal estadounidense sea destinado al Reino Unido como resultado de este acuerdo. Adicionalmente, no hay acuerdos de compensación asociados con esta transacción en particular.
En general, esta venta militar aprobada representa un paso significativo hacia el fortalecimiento de las capacidades de defensa del Reino Unido y fomenta una mayor interoperabilidad dentro de la OTAN. Al proporcionar equipo avanzado de entrenamiento de combate, Estados Unidos está reforzando su compromiso de apoyar a aliados clave y promover la estabilidad en Europa.