En un intercambio de represalias, Alemania y Rusia han expulsado a periodistas de sus respectivos países, aumentando las tensiones ya elevadas entre las dos naciones. La empresa de televisión estatal rusa Channel One en Alemania informó que el gobierno había ordenado a dos de sus periodistas que abandonaran el país, lo que llevó a Moscú a revocar las acreditaciones de dos corresponsales del grupo de medios alemán ARD.
Los periodistas afectados de Channel One, el corresponsal Ivan Blagoi y el camarógrafo Dmitry Volkov, fueron informados de que debían abandonar Alemania antes de mediados de diciembre. Las expulsiones fueron confirmadas por el medio en las redes sociales. Según las autoridades alemanas, esta decisión se tomó en interés de la seguridad nacional.
En respuesta, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zakharova, anunció que Moscú había revocado las acreditaciones de dos corresponsales de ARD como medida de represalia. Sin embargo, no proporcionó más detalles sobre esta acción.
Esta expulsión es solo un ejemplo de las crecientes tensiones entre Rusia y los países occidentales en relación con el papel de los medios estatales rusos. Desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022, las emisoras rusas han enfrentado prohibiciones, restricciones en el acceso a redes sociales y acusaciones de difundir propaganda.
Channel One ha estado particularmente bajo escrutinio por su cobertura. Las autoridades alemanas han acusado a la emisora de difundir propaganda y desinformación entre la diáspora de habla rusa en Alemania. Estas acusaciones incluyen justificar la invasión de Ucrania por parte de Rusia mientras retratan a los defensores de Ucrania como «nazis». Esto plantea preocupaciones sobre la manipulación dentro de este grupo demográfico específico.
El momento de estas expulsiones, tras un informe emitido por Ivan Blagoi el 24 de noviembre, añade otra capa a este incidente geopolítico. El informe discutió a Nikolaj Gajduk, un ciudadano alemán detenido por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia en octubre. Se alegó que las agencias de inteligencia occidentales, incluida la CIA, estaban involucradas en las acciones de Gajduk ordenadas por los servicios especiales ucranianos. La decisión de expulsar a los periodistas poco después de esta transmisión sugiere una posible conexión.
Rusia ha retaliado consistentemente contra las medidas que apuntan a sus medios estatales, como se vio con la prohibición de Alemania en 2022 sobre RT, un canal respaldado por el Kremlin. En respuesta, Moscú cerró la oficina de Deutsche Welle en Rusia y revocó las acreditaciones de periodistas alemanes. Este intercambio de represalias refleja la tensa relación entre los dos países.
Si bien el gobierno alemán no ha proporcionado razones específicas para su decisión de expulsar a los periodistas de Channel One, este movimiento destaca la creciente preocupación en torno a la desinformación como una amenaza a la seguridad nacional. Channel One sostiene que sus periodistas han cumplido con las leyes alemanas y acusa a las autoridades de utilizar acusaciones vagas para suprimir narrativas alternativas.
Esta expulsión también pone de relieve la significativa población de residentes en Alemania que han emigrado de la antigua Unión Soviética, principalmente alemanes étnicos de Kazajistán y Rusia. Estas personas probablemente se verán directamente afectadas por la influencia de los medios estatales rusos y pueden complicar aún más las relaciones diplomáticas entre Alemania y Rusia.
En conclusión, la expulsión de periodistas por parte de Alemania y Rusia ejemplifica su continua batalla mediática en medio de crecientes tensiones. Ambas partes han llevado a cabo acciones de represalia contra los medios estatales del otro, reflejando una lucha geopolítica más amplia por el control sobre la difusión de información. A medida que la desinformación sigue afectando las preocupaciones de seguridad nacional, sigue siendo crucial que los gobiernos aborden estos desafíos mientras preservan la libertad de prensa y promueven perspectivas diversas.