El rebranding «Woke» de Jaguar provoca reacciones negativas y amenazas de boicot
Jaguar, la legendaria marca británica de automóviles sinónimo de lujo y velocidad, ha encendido una tormenta de controversia tras su rebranding más dramático en décadas. La nueva campaña, lanzada bajo el lema “No Copiar Nada,” ha dejado a los fanáticos divididos, con críticos que la etiquetan de “woke” y “desquiciada” por su anuncio vanguardista que presenta modelos pero no coches reales.
Rawdon Glover, director general de Jaguar, defendió los cambios y condenó el “vil odio e intolerancia” dirigidos a los modelos que aparecieron en el anuncio del 18 de noviembre. Pero la reacción plantea preguntas sobre si el rebranding, destinado a atraer a un público más joven y diverso, corre el riesgo de alienar a los clientes leales de la marca.
Abandonando Décadas de Tradición
El rebranding elimina muchos de los elementos más icónicos de Jaguar, incluyendo su clásico logo de “growler” de un gato rugiente y su imponente tipografía en mayúsculas. En su lugar, hay un diseño más suave y minimalista con letras en minúsculas y una peculiar “G” en mayúscula.
El querido gato “leaper”, que alguna vez fue un orgulloso distintivo en los capós de Jaguar, ha sido relegado a un puerto de cámara oculta en vehículos conceptuales. Los cambios son parte del giro de Jaguar hacia un futuro completamente eléctrico, con su primer nuevo modelo eléctrico—un Grand Tourer de cuatro puertas—programado para debutar en 2026.
“Queríamos alejarnos de los estereotipos automotrices tradicionales,” explicó Glover. “Si jugamos de la misma manera que todos los demás, simplemente nos ahogaremos.”
El anuncio ‘Woke’ que lo inició todo
La campaña de rebranding de Jaguar se lanzó con un anuncio que mostraba modelos en trajes de technicolor vívidos caminando a través de un paisaje alienígena. Lemas como “Rompe Moldes” y “Crea Exuberante” parpadeaban en la pantalla, mientras que no aparecían coches.
Los críticos atacaron de inmediato, acusando a Jaguar de abandonar su herencia en favor de seguir tendencias. Algunos fanáticos de toda la vida estaban indignados, amenazando con terminar sus contratos de arrendamiento o boicotear la marca por completo.
“La gente dice que no existe la mala publicidad, pero esto será una prueba de eso,” dijo la experta en relaciones públicas Mayah Riaz.
Reacciones Mixtas y Furor en Línea
Las plataformas de redes sociales explotaron con reacciones. Elon Musk, propietario de X (anteriormente Twitter), se burló del anuncio, preguntando, “¿Jaguar todavía vende coches?” Las respuestas de Jaguar a las críticas en línea—algunas despectivas, otras invitando de manera ingeniosa a los detractores a ver su nuevo coche conceptual en la Semana del Arte de Miami—solo alimentaron el debate.
Gerry McGovern, director creativo de Jaguar, dio la bienvenida al alboroto, diciendo: “Te hará sentir incómodo. Está bien. El mundo no se está quedando quieto.”
¿Una Apuesta Calculada?
El cambio de marca es parte del esfuerzo de Jaguar por reinventarse en un punto de precio más alto, dirigido a compradores jóvenes que podrían gravitar hacia Tesla u otros rivales eléctricos.
Pero las cifras de ventas recientes de Jaguar cuentan una historia de precaución. Las ventas globales han caído de 180,198 coches en 2018/19 a solo 66,866 en 2023/24. El cambio de marca, que ha estado en proceso durante tres años y que supuestamente involucra a 800 personas, es una apuesta audaz para revertir esta tendencia.
“Es vandalismo cultural,” dijo un experto en diseño, criticando el abandono de la histórica identidad visual de Jaguar. Sin embargo, otros argumentan que la atención generada—161 millones de vistas del anuncio solo en X—podría, en última instancia, trabajar a favor de la empresa.
¿Qué Siguiente para Jaguar?
Jaguar planea desvelar su nuevo “concepto de visión de diseño” el 2 de diciembre en la Semana del Arte de Miami. Las imágenes teaser sugieren un vehículo sin ventana trasera—sustituyéndola por un sistema de cámaras—y un estilo audaz y futurista.
El coche puede que nunca llegue a la línea de producción, pero sirve como un adelanto del futuro eléctrico de la marca. Con Jaguar tomando un descanso de un año en la producción de automóviles, su éxito futuro depende de si este rebranding polarizador puede traducirse en un renovado interés por parte de los consumidores.
Por ahora, la pregunta sigue siendo: ¿Logrará el audaz giro de Jaguar asegurar su lugar en un mercado de vehículos eléctricos abarrotado, o alienará a sus leales fans y se desvanecerá en la irrelevancia? Solo el tiempo lo dirá.