A medida que Donald Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca, las naciones árabes se están uniendo en torno a Arabia Saudita para moderar las políticas de Medio Oriente del ex presidente, particularmente en lo que respecta a la causa palestina. El devastador costo de las acciones militares de Israel en Gaza ha reavivado el enfoque de la región en la soberanía palestina, con el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman (MBS) emergiendo como una figura clave en el panorama diplomático.
El Papel Clave de Arabia Saudita
Los diplomáticos árabes ven a MBS como el “jugador clave” capaz de influir en Trump, aprovechando sus relaciones cercanas desde su primer mandato. En una reciente cumbre árabe e islámica en Riad, el Príncipe Heredero acusó a Israel de cometer “genocidio” en Gaza, señalando un cambio significativo en la postura de Arabia Saudita. Esta cumbre, a la que asistieron líderes de más de 50 naciones árabes y musulmanas, subrayó la demanda unificada de la región por los derechos palestinos.
“Trump es alguien a quien le gusta que le presenten acuerdos listos de los que pueda atribuirse el crédito”, dijo un alto diplomático al Financial Times. Arabia Saudita está lista para presentar a Trump posibles acuerdos, pero insiste en que estos deben abordar las aspiraciones palestinas. El Príncipe Heredero ha declarado de manera contundente que sin un estado palestino, la normalización de las relaciones con Israel “no es una opción.”
El Contexto Más Amplio
Desde el primer mandato de Trump, el panorama geopolítico ha cambiado. Arabia Saudita ha restablecido relaciones diplomáticas con Irán y ha adoptado una postura más firme contra las acciones de Israel en Gaza. Los líderes árabes están cada vez más preocupados por la radicalización de su juventud, impulsada por el conflicto en curso.
La causa palestina, que une al mundo árabe, se ha convertido en una prueba de fuego para cualquier acuerdo regional. “Trump necesitará poner fin a la guerra en Gaza y abordar el día después”, explicó un diplomático árabe. Se considera que el progreso hacia la creación de un estado palestino es esencial para mantener la estabilidad regional y avanzar en los esfuerzos de normalización.
Desafíos por Delante
El éxito de Trump en la mediación de acuerdos regionales dependerá de su capacidad para presionar al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para que haga concesiones, una tarea desalentadora dada la firme oposición de Netanyahu a la creación de un estado palestino. Los funcionarios árabes también son cautelosos sobre cuánto puede invertir Arabia Saudita en su papel de liderazgo y cuán efectivamente Netanyahu podría socavar el progreso.
Para MBS, este momento ofrece una oportunidad para consolidar su posición como líder regional. Al alinear a las naciones árabes y musulmanas en la cuestión palestina, Arabia Saudita se está afirmando como una fuerza central en la configuración de la política de Oriente Medio, incluso mientras navega por desafíos complejos.
Un Cambio Pivotal
La devastación en Gaza ha obligado a las naciones árabes a reevaluar sus relaciones con Israel, vinculando firmemente los esfuerzos de normalización al progreso en la estatalidad palestina. Mientras Trump y MBS comparten una historia de relaciones cálidas, la postura unificada de la región sobre Palestina podría obligar a Trump a recalibrar su enfoque en el Medio Oriente de manera significativa en comparación con su primer mandato.
Los próximos meses pondrán a prueba si Arabia Saudita puede cerrar divisiones y ofrecer soluciones que aborden las aspiraciones del pueblo palestino y del mundo árabe en general.