Imágenes satelitales recientes han revelado un desarrollo preocupante en la «Planta del 11 de Febrero» en Hamhung, un sitio crítico para la producción del misil balístico KN-23. Esta expansión, detallada en un análisis publicado el 25 de noviembre de 2024 por Reuters en colaboración con el Centro James Martin para Estudios de No Proliferación (CNS) y SI Analytics, revela las capacidades de producción de misiles en intensificación de Corea del Norte. El informe coincide con la creciente evidencia del uso del KN-23 por parte de las fuerzas rusas en Ucrania, marcando una peligrosa escalada en la dinámica militar global.
Un vistazo más cercano a la Planta del 11 de Febrero
La Planta del 11 de Febrero, fundamental en la fabricación de misiles balísticos de corto alcance KN-23, está sufriendo una importante actualización. La construcción de un nuevo edificio de ensamblaje, que se estima que sea del 60-70% del tamaño de la instalación existente, junto con viviendas para trabajadores, señala la intención de Pyongyang de aumentar la producción. El adyacente «Complejo Vinalon del 8 de Febrero», que se cree que produce combustible para misiles, también está recibiendo importantes mejoras.
Estas mejoras se alinean con la creciente cooperación militar de Corea del Norte con Rusia, incluyendo posibles envíos adicionales de misiles balísticos y de crucero. Esto ocurre mientras Rusia enfrenta una crítica escasez de misiles de largo alcance en medio de su conflicto en curso con Ucrania, donde las fuerzas ucranianas han desplegado recientemente misiles ATACMS suministrados por EE. UU. y misiles Storm Shadow británicos con efectos devastadores.
KN-23: Un Activo Estratégico para Rusia y Corea del Norte
El KN-23, un misil balístico de combustible sólido con movilidad y maniobrabilidad avanzadas, representa una amenaza significativa para los sistemas modernos de defensa aérea. Su trayectoria cuasi-balística le permite evadir la intercepción, mientras que su alcance de 400-700 kilómetros le permite atacar objetivos estratégicos en toda la Península Coreana y más allá.
Las características clave incluyen:
- Capacidad de Lanzamiento Móvil: El KN-23 se lanza desde un transportador-erector-lanzador (TEL) móvil, lo que hace que la detección y el objetivo sean extremadamente desafiantes.
- Propulsión de Combustible Sólido: Esto permite un despliegue rápido, reduciendo el tiempo de preparación previo al lanzamiento en comparación con los sistemas de combustible líquido.
- Maniobrabilidad de Trayectoria: La capacidad del misil para alterar su trayectoria en vuelo complica la intercepción, mientras que el vuelo a baja altitud minimiza la detección por radar.
Probado por primera vez en 2019, el KN-23 ha demostrado su efectividad, con informes que confirman su uso en Ucrania desde octubre de 2023. El despliegue del misil subraya su creciente papel en el arsenal de Rusia mientras enfrenta desafíos de producción en medio del conflicto prolongado.
La Alianza entre Rusia y Corea del Norte se Profundiza
Las capacidades de misiles en expansión de Corea del Norte reflejan una asociación militar más amplia con Rusia. Un tratado de defensa mutua firmado en junio de 2024 ha solidificado aún más esta alianza. Los informes indican que Corea del Norte ya ha desplegado a más de 10,000 soldados en la región de Kursk de Rusia, con algunos supuestamente participando en el conflicto de Ucrania.
Moscú, a su vez, parece estar aprovechando las armas norcoreanas, incluidos los misiles balísticos KN-23, para contrarrestar los avances ucranianos. Esta asociación no solo aumenta las tensiones regionales, sino que también viola las sanciones internacionales contra Pyongyang.
Implicaciones Globales
La expansión de la Planta del 11 de febrero es un recordatorio contundente de la ruptura del consenso internacional sobre la contención del programa de misiles balísticos de Corea del Norte. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que alguna vez estuvo unido en sus esfuerzos por contener a Pyongyang, ahora se encuentra fracturado, incapaz de imponer restricciones significativas.
A medida que Corea del Norte continúa fortaleciendo su arsenal estratégico y consolidando lazos con Rusia, la comunidad global enfrenta un desafío desalentador. La fusión de la tecnología de misiles norcoreana con las necesidades militares de Rusia no solo desestabiliza la península de Corea, sino que también amenaza con desbaratar los marcos de seguridad internacional.
Un Llamado a la Acción
La comunidad internacional debe abordar esta creciente amenaza con urgencia. Sanciones mejoradas, compromiso diplomático y sistemas de defensa de misiles fortalecidos son críticos para frenar las ambiciones de Corea del Norte y disuadir una mayor cooperación con Rusia. No actuar de manera decisiva arriesga empoderar a Pyongyang y Moscú, con consecuencias potencialmente catastróficas para la seguridad global.