Tanaka, un residente de Suzuka, la ciudad donde tuvo lugar el primer evento de carreras en 1987, ha pasado los últimos nueve años creando intrincadas réplicas de coches, volantes y trofeos. Utilizando el antiguo arte de Ise Katagami, un método de plantilla de papel que se originó hace más de un milenio en la región, Tanaka da vida al atuendo nacional de Japón, el kimono, adornándolo con elaborados patrones.
A medida que la tecnología avanza y la demanda de kimonos disminuye, el número decreciente de artesanos que practican técnicas tradicionales busca formas innovadoras de preservar y promover esta forma de arte. Tanaka, un entusiasta de la Fórmula 1, encontró inspiración en el deporte y decidió tallar retratos en Ise Katagami, presentándolos como regalos a los pilotos. Esto marcó el comienzo de su viaje artístico.
Residenciado a solo unos kilómetros de la famosa pista de carreras, el hogar de Tanaka sirve como un taller donde crea meticulosamente sus obras. En el edificio del ayuntamiento, se exhibe una colección de sus obras de arte, incluida una fotografía que captura al ex campeón mundial Sebastian Vettel sosteniendo uno de los trofeos modelo de Tanaka. Este año, su intención es regalar al piloto de Alpine Esteban Ocon un volante modelo, fortaleciendo aún más su conexión con el mundo de las carreras.
Mientras tanto, otros artesanos locales también están explorando alternativas para promover el Ise Katagami. Uno de estos esfuerzos implica crear lámparas con patrones. Mitsuru Kobayashi, jefe de la Asociación Cooperativa de Ise Katagami, enfatiza la importancia no solo de preservar la técnica en sí, sino también de encontrar nuevas aplicaciones para asegurar su supervivencia.
(Informe de Irene Wang)