Fernando Alonso, de Aston Martin, recibió una penalización de 20 segundos después de la carrera por conducir de manera potencialmente peligrosa al desacelerar antes de lo habitual en la curva seis de Albert Park en Melbourne. Esto sorprendió a George Russell, quien chocó contra las barreras y terminó con su coche de lado en medio de la pista. Russell solicitó urgentemente que se detuviera la carrera. La penalización ha sido un tema de discusión en el paddock antes del Gran Premio de Japón en Suzuka, con los pilotos expresando diferentes opiniones.
Russell, al ser preguntado sobre el incidente, declaró que si no se hubiera aplicado la penalización, podría haber sentado un precedente para el resto de la temporada y para las categorías de carreras de menor nivel. Cuestionó si se permitiría a los pilotos desacelerar, cambiar de marcha o hacer movimientos erráticos sin consecuencias. Aunque no tomó el incidente de manera personal, reconoció que tuvo consecuencias más significativas de lo esperado. Si el incidente hubiera quedado sin castigo, surgirían preguntas sobre el frenado en medio de una recta.
Russell mencionó que se encontró con Fernando Alonso, un campeón del mundo de Fórmula 1 en dos ocasiones, en un café en Mónaco después del incidente, pero no discutieron lo que había sucedido. Enfatizó que cuando los pilotos llevan sus cascos, son competidores, pero fuera de la pista hay un respeto mutuo.
Como director de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA), Russell cree que la Fórmula 1 debería utilizar la tecnología existente de manera más efectiva. Mencionó que había un espacio de 10 segundos detrás de él durante el incidente, pero en esos 10 segundos, varios coches podrían haber llegado a la zona de peligro si hubiera ocurrido antes en la carrera. Argumentó que un Virtual Safety Car (VSC) automatizado debería activarse de inmediato en medio segundo si un coche está en una posición peligrosa. Russell enfatizó que el tiempo es crucial y que las vidas están en juego, y es hora de utilizar la tecnología para abordar este problema.
Max Verstappen, tres veces campeón del mundo de Fórmula 1 con Red Bull, declaró que el incidente y la penalización se discutirían durante la reunión de pilotos. El propio Alonso describió la penalización como una situación «única» que es poco probable que vuelva a suceder, culpando a la naturaleza peligrosa de la curva. Lando Norris y Oscar Piastri de McLaren no estuvieron de acuerdo con la penalización, mientras que Charles Leclerc de Ferrari creía que las acciones de Alonso merecían castigo. Carlos Sainz, compañero de equipo de Alonso que ganó la carrera en Melbourne, estuvo de acuerdo en que la curva necesitaba ser revisada debido a los incidentes recientes que ocurrieron allí.