En un informe sensacionalista, se reveló que la retirada de Lewis Hamilton en el Gran Premio de Australia fue causada por una pérdida inesperada de presión de aceite en su motor. Este incidente fue investigado a fondo por Mercedes en su instalación de unidades de potencia de F1 en Brixworth. El Director Técnico del equipo, James Allison, admitió que la causa exacta de la falla del motor aún se desconoce, pero confía en la capacidad de Brixworth para identificar y resolver el problema. Allison enfatizó la importancia de apagar inmediatamente el motor para prevenir daños adicionales y recopilar evidencia para una investigación exhaustiva. Aseguró que se tomarán medidas para minimizar riesgos similares en el futuro una vez que se identifique el problema. Allison también subrayó que el enfoque de Mercedes está en mejorar el rendimiento de su coche y reducir la brecha con los líderes, en lugar de preocuparse en exceso por problemas de fiabilidad. Elogió la habilidad de los pilotos y el enfoque meticuloso del equipo hacia su fiabilidad general. A pesar de los contratiempos en Australia, Mercedes está decidida a avanzar y enfrentar cualquier desafío técnico que pueda surgir. Actualmente en cuarto lugar en la clasificación de constructores, el equipo está decidido a alcanzar a McLaren, Ferrari y Red Bull y mantener un rendimiento competitivo sólido.