Después de la marcha de Paolo Ciabatti hacia el proyecto de motocross, Mauro Grassilli se convirtió en el director deportivo de Ducati en MotoGP este año. Y en las primeras semanas, tuvo un dossier desafiante que manejar: la renovación de Francesco Bagnaia.
El piloto italiano fue campeón en dos ocasiones con el fabricante de Borgo Panigale, y la continuidad parecía lógica. Sin embargo, el proceso que llevó a la firma del nuevo contrato no fue tan simple como se podría creer. Y Grassilli se llevó una sorpresa.
El director deportivo de Ducati reveló a Motorsport.com: ‘Vengo de una carrera de 20 años en marketing, donde mi papel era reunir la mayor cantidad de recursos financieros posibles para hacer funcionar los equipos de MotoGP y WorldSBK, a través de la relación que tenía con los patrocinadores. Esta fue la primera vez que negocié un contrato donde tengo la billetera, el dinero. Pensé que sería fácil, pero en realidad fue mucho más difícil de lo que imaginaba’.
Grassilli luego explicó que, a pesar de lo que uno podría imaginar, negociar con Bagnaia no fue un proceso tan directo: ‘Todos daban por hecho la renovación de Pecco Bagnaia, pero no fue ni de cerca tan fácil como la gente podría pensar’.
El resultado, como sabemos, fue positivo, con el nuevo contrato anunciado antes del GP de Qatar que dio inicio a la temporada. El director deportivo de Ducati confesó: ‘El objetivo personal era renovar con Pecco antes de la primera carrera, y lo logramos. Y no solo por sus resultados, sino también porque encarna todos los valores de nuestra marca, y es muy querido por todo el universo Ducati’.