El ejército paquistaní ha sido desplegado en Islamabad mientras estallan enfrentamientos entre miles de manifestantes y las fuerzas de seguridad. Los manifestantes exigen la liberación del ex Primer Ministro Imran Khan y se han negado a suspender su marcha hacia la capital. En respuesta a los enfrentamientos y a la muerte de tres rangers del ejército en un incidente de atropello, se han dado órdenes al ejército de disparar a la vista. Los enfrentamientos han resultado en decenas de fuerzas de seguridad heridas. A pesar de los bloqueos de carreteras, un confinamiento y una prohibición de reuniones públicas, miles de simpatizantes de Khan han marchado hacia Islamabad, lo que ha llevado a las fuerzas de seguridad a utilizar gas lacrimógeno y balas de goma. La situación sigue siendo tensa en la capital, con servicios de Internet móvil cortados de manera esporádica.
El despliegue de tropas y las órdenes de disparar a la vista reflejan las crecientes tensiones en Islamabad. Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad han resultado en heridos y muertes, lo que genera preocupaciones sobre el potencial de más violencia. El gobierno ha estado en conversaciones con el partido de Khan para intentar evitar una mayor escalada, pero la situación sigue siendo altamente volátil. Los enfrentamientos han interrumpido la vida normal en Islamabad, con la ciudad en confinamiento y los viajes a otras partes del país severamente restringidos. Las medidas drásticas tomadas por el gobierno para sofocar las protestas también han generado críticas.
El futuro de las protestas y la situación política en Pakistán sigue siendo incierto. Las demandas del partido de Khan incluyen la liberación de su líder y alegaciones de manipulación electoral. La enmienda constitucional respaldada por el gobierno que otorga más poder a los tribunales también ha sido un punto de controversia. Las protestas han interrumpido la vida diaria en Islamabad y han obligado al gobierno a tomar medidas drásticas. El resultado de las conversaciones entre el gobierno y el partido de Khan determinará el futuro curso de acción.
En conclusión, los enfrentamientos entre los partidarios de Khan y las fuerzas de seguridad en Islamabad han llevado al despliegue de tropas y órdenes de disparar a la vista. La situación sigue siendo altamente volátil, con lesiones y muertes reportadas. El gobierno está en conversaciones con el partido de Khan para intentar desactivar la tensión, pero el resultado es incierto. Las protestas han interrumpido la vida normal en la capital y han suscitado críticas por la respuesta contundente del gobierno. El futuro de las protestas y la situación política en Pakistán está en la balanza.