Tras el fallo de un tribunal civil en Dublín que lo declaró culpable de violación y le ordenó pagar €248,000 en daños, la superestrella de MMA Conor McGregor ha prometido apelar el veredicto mientras aborda las acusaciones en una sincera publicación en redes sociales. El luchador irlandés, conocido por su personalidad arrogante, admitió fallos personales pero defendió firmemente sus acciones, afirmando que el encuentro en cuestión fue consensual.
El caso y la condena
McGregor fue declarado culpable la semana pasada de violar a Nikita Laimhin, una mujer que lo acusó de asalto en 2018. Mientras el luchador mantiene su inocencia, el tribunal falló a favor de Laimhin, otorgándole daños significativos en lo que se ha convertido en uno de los casos legales más mediáticos que involucran a la estrella de UFC.
McGregor respondió declarando su intención de apelar. “Todo lo que sucedió esa noche fue consensual, y todos los testigos presentes lo juraron. He instruido a mi equipo legal para que apelen la decisión,” anunció.
Una reflexión personal
En su declaración, McGregor reflexionó sobre el impacto que el caso ha tenido en su vida personal, reconociendo sus errores pero negando las acusaciones de comportamiento no consensual. “Hace seis años, nunca debí haber respondido a sus avances. Debí haber terminado la noche ahí mismo. Nunca debí haberle dado la espalda a la mujer que más amo en el mundo. Eso es culpa mía,” escribió, refiriéndose a su relación con su pareja de larga data y madre de sus hijos.
McGregor expresó su arrepentimiento pero se mantuvo desafiante: “Por mucho que lamente mis acciones, todo lo que ocurrió fue consensuado. No puedo cambiar el pasado, pero puedo avanzar.”
Apoyo y el camino por delante
El luchador extendió su gratitud a su familia, amigos y fans que lo han apoyado durante toda la ordeal. “Estoy profundamente agradecido por las personas que estuvieron a mi lado. Esto ha terminado. Ahora, regreso al gimnasio—¡la pelea me espera!” concluyó.
Una carrera en pausa
Los problemas legales de McGregor llegan en un momento en que su carrera de lucha se ha estancado. No ha competido en la UFC durante tres años, con especulaciones crecientes sobre su regreso al octágono. Mientras la condena proyecta una sombra sobre su imagen pública, McGregor parece decidido a reanudar su carrera y reconstruir su reputación.
¿Controversia y redención?
Este caso se suma a la larga historia de controversias de McGregor fuera del ring, desde altercados públicos hasta acusaciones pasadas de mala conducta. Aunque continúa negando cualquier falta, la decisión del tribunal y sus propias admisiones destacan un cruce personal y profesional para el ex campeón de la UFC.
Si McGregor puede superar estos desafíos legales y recuperar su estatus como uno de los nombres más grandes en los deportes de combate, está por verse. Por ahora, la lucha que enfrenta es tanto en el tribunal de la opinión pública como en el gimnasio.