Scott McLaughlin, un piloto del equipo Penske en la serie IndyCar, tuvo su posición en el podio revocada debido a una penalización impuesta el miércoles. La penalización fue el resultado de que McLaughlin utilizara su sistema Push to Pass en un momento no autorizado durante la carrera en St. Petersburg el 10 de marzo. Como consecuencia, perdió todos los puntos y el premio en dinero ganados en la carrera. Tras el anuncio de la penalización, McLaughlin se dirigió a las redes sociales para abordar la situación y asumió la responsabilidad de sus acciones. Sin embargo, enfatizó que no obtuvo ninguna ventaja al utilizar el sistema de impulso.
En su declaración, McLaughlin expresó su orgullo por ser miembro del Team Penske y se solidarizó con sus compañeros de equipo. Reconoció su error y enfatizó la importancia de mantener su propia reputación y la del equipo. McLaughlin explicó que no estaba al tanto del problema con el software y utilizó el sistema Push to Pass durante un período muy breve en una sección de la pista donde normalmente se utiliza a lo largo de la carrera. Aclaró que no adelantó a ningún coche ni obtuvo ninguna ventaja de tiempo. Los datos disponibles para IndyCar confirman esta información. Aunque McLaughlin aceptó la penalización, quería dejar en claro que no obtuvo una ventaja injusta sobre sus competidores. Expresó su respeto por la competitividad de IndyCar y su compromiso de lograr el éxito de manera honesta. McLaughlin concluyó afirmando que él y el equipo seguirán adelante y se centrarán en la próxima carrera en Barber.
El incidente en cuestión ocurrió en la Curva 9, que lleva a un tramo de 1,800 pies en Bayshore Drive, terminando en una curva cerrada a la izquierda. Es común que los pilotos utilicen el sistema Push to Pass al inicio de esta recta durante las carreras. La línea de salida y meta designada para activar el sistema Push to Pass en la primera vuelta de un reinicio estaba ubicada después de la Curva 12, justo antes de la curva final. Tanto McLaughlin como su compañero de equipo Josef Newgarden fueron descalificados por usar el sistema Push to Pass durante un período en el que no estaba permitido, lo que les dio una ventaja competitiva. Otro piloto, Will Power, recibió una penalización menos severa ya que no utilizó activamente el sistema en un momento inapropiado, aunque su coche estaba configurado para permitirlo. Las infracciones fueron descubiertas casi siete semanas después de la carrera, pero IndyCar aún decidió imponer severas penalizaciones a todo el equipo. De cara al futuro, los oficiales de la carrera realizarán controles adicionales en Barber Motorsports Park para asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas Push to Pass de todos los coches.