Erik Jones no participará en la próxima carrera en Talladega este fin de semana. La carrera del domingo pasado en Talladega presenció varios accidentes durante la etapa final después de las primeras dos etapas. El incidente más desafortunado del día involucró a varios autos de Toyota chocando entre sí mientras hacían draft. La decisión de Jones de no soltar el acelerador cuando el auto frente a él perdió el control resultó en un accidente que involucró a varios otros conductores.
Jones fue el más afectado por el incidente y al principio estaba molesto, pero luego fue llevado a un hospital cercano para una evaluación más detallada. Fue dado de alta el lunes, pero no podrá competir en Dover el domingo debido a una fractura. Otro piloto tomará su lugar en el auto número 43 para esta carrera.
Durante un podcast que discutía la carrera, un ex campeón de la Copa mencionó que el accidente de Jones fue particularmente violento. Enfatizó que la alta velocidad de los autos (más de 160 millas por hora) y el ángulo del accidente hicieron que fuera extremadamente desafiante para Jones. El campeón también afirmó que los autos Next-Gen han hecho que estos tipos de accidentes sean más severos.
La última vuelta de la carrera en Talladega resultó en un accidente mayor que involucró a varios autos. Un movimiento imprudente de Michael McDowell causó que chocara y recogiera a muchos otros conductores. Uno de los pilotos involucrados en el incidente también se vio afectado por un accidente anterior en la carrera. La gravedad de estos accidentes fue destacada por Kevin Harvick.
Los comentarios del ex piloto de Stewart Hass Racing enfatizan que las características de los autos Next-Gen juegan un papel significativo en la naturaleza violenta de estos accidentes. Es importante que NASCAR investigue estas afirmaciones y aborde cualquier problema para garantizar que la seguridad de los conductores no se vea comprometida.