En una declaración audaz, el teniente general Sir Rob Magowan declaró que el Ejército Británico está preparado para confrontar a Rusia “esta noche” si las fuerzas de Vladimir Putin expanden su agresión hacia Europa. Al dirigirse al Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes, Magowan reforzó la disposición de Gran Bretaña para responder a cualquier amenaza inmediata en medio de las crecientes tensiones en la guerra en Ucrania.
“Si se le pidiera al Ejército Británico luchar esta noche, lucharía esta noche”, afirmó Magowan. Su declaración sigue a la advertencia del embajador de Rusia en el Reino Unido de que Gran Bretaña está ahora “directamente involucrada” en el conflicto después de que Kyiv desplegara misiles Storm Shadow fabricados en el Reino Unido en ataques en territorio ruso.
Un Frente Militar Dividido
A pesar de la confianza de Magowan, persisten dudas sobre la preparación del ejército británico. En mayo, Magowan admitió que las fuerzas armadas del Reino Unido se quedarían sin municiones en menos de dos meses en un conflicto prolongado. Al mismo tiempo, el Secretario de Defensa John Healey está supervisando una revisión de recortes de costos, que incluye la desactivación de buques navales, lo que destaca las importantes restricciones presupuestarias.
Mientras tanto, las fuerzas de la OTAN están aumentando su preparación. Finlandia, que alberga a 3,600 soldados para el ejercicio de artillería más grande de la OTAN cerca de la frontera rusa, está viendo al Ejército Británico probar sus nuevos obuses Archer de 155 mm. Estas armas de largo alcance, consideradas como “cambiadoras de juego”, pueden alcanzar objetivos a 30 millas de distancia con municiones guiadas de precisión.
Escalamiento en Ucrania
Rusia intensificó su asalto a Ucrania esta semana, lanzando misiles Oreshnik avanzados que supuestamente viajan a diez veces la velocidad del sonido. El arma hipersónica impactó en Dnipro, causando destrucción en instalaciones industriales e infraestructura. Las defensas aéreas de Ucrania no pudieron interceptar el misil, subrayando su capacidad destructiva.
Rusia también emitió nuevas amenazas, apuntando a una base de defensa de misiles de EE. UU. recientemente inaugurada en Polonia, etiquetándola como un “objetivo prioritario para la destrucción.” La OTAN movilizó cazas F-16 sobre Polonia mientras los sistemas de defensa aérea de la alianza fueron puestos en alta alerta.
El Creciente Involucramiento Occidental
El uso de misiles Storm Shadow suministrados por el Reino Unido y ATACMS de EE. UU. por parte de Ucrania contra objetivos rusos ha generado temores de escalada. Moscú condenó estas acciones como evidencia de un involucramiento directo de la OTAN. Los ataques supuestamente mataron a 18 soldados rusos y norcoreanos en una instalación en Kursk.
El Primer Ministro Sir Keir Starmer defendió el papel del Reino Unido, afirmando que todo el apoyo a Ucrania está alineado con el derecho internacional y tiene como objetivo proteger su soberanía. Sin embargo, el Kremlin continúa enmarcando el apoyo occidental como un acto de agresión, complicando aún más la trayectoria de la guerra.
Un Momento Crítico
Mientras la declaración de Magowan refleja la disposición de Gran Bretaña para actuar, los analistas de defensa advierten que los recursos agotados de la nación podrían obstaculizar un compromiso prolongado. Los aliados de la OTAN están instando a mantener la unidad occidental a medida que las tensiones con Rusia aumentan, señalando un momento crucial en la evolución del conflicto.
A medida que la guerra se intensifica, las apuestas para la seguridad global aumentan, haciendo que la posibilidad de un enfrentamiento más amplio sea cada vez más real.