El siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, Lewis Hamilton, ha señalado las luchas continuas de Mercedes para alinear el rendimiento en el mundo real con las proyecciones del simulador como la raíz de sus problemas recientes. Tras un raro accidente en el Gran Premio de los Estados Unidos y una conducción laboriosa en Brasil, Hamilton insiste en que el coche—no su conducción—es el culpable.
Una desconexión entre lo virtual y la realidad
Hamilton reveló que su Mercedes W15 se comporta de manera impredecible en la pista en comparación con las pruebas en el simulador, lo que hace casi imposible extraer un rendimiento consistente.
“No tengo un problema con el sobreviraje,” afirmó Hamilton con firmeza. “El control del coche no es un problema para mí. El problema no es mi conducción ni la configuración; es el coche que no correlaciona con lo que vemos en el simulador.”
Hamilton explicó además que el rendimiento en el simulador había sido prometedor, con tiempos de vuelta y manejo muy superiores a lo que ocurrió durante los Grandes Premios de EE. UU. y Brasil. “Conduje el simulador la semana pasada, y éramos rápidos. La conducción fue fantástica. Pero lo que experimentamos en la pista? Completamente diferente,” añadió.
Mercedes: Un gigante caído
Mercedes, una vez intocable durante su dominante era híbrida de 2014 a 2020, se ha encontrado luchando por el ritmo y la fiabilidad en la era de efecto suelo de la F1. Rivales como Red Bull, Ferrari y McLaren los han superado, mientras que Aston Martin los superó brevemente a principios de esta temporada.
El diseño sensible del coche de las Flechas Plateadas sigue desafiando al equipo. Cualquier desalineación menor en su intrincada configuración puede llevar a la inconsistencia y la inestabilidad. Según Hamilton, este defecto amplifica la dificultad de mantener la competitividad:
“Si el equipo nos da un coche que no quiere lanzarse fuera este fin de semana, tendré un buen fin de semana. Todo lo que puedo hacer es prepararme lo mejor que pueda,” comentó Hamilton.
Un Regreso de los Problemas de Porpoising
Sumando a los problemas de Mercedes está una sorprendente recurrencia del porpoising, un problema que la mayoría de los equipos resolvieron a finales de 2022. Tanto Hamilton como su compañero George Russell señalaron el problema antes del GP de Brasil, expresando su preocupación de que el coche se estaba volviendo casi incontrolable en circuitos irregulares como Interlagos.
“Si parte del coche está incluso a unos pocos milímetros de distancia, se vuelve errático, inconsistente y casi imposible de conducir,” explicó Hamilton.
¿Qué Sigue para Hamilton?
Con un traslado a Ferrari en 2025 ya confirmado, Hamilton está decidido a dejar Mercedes en una nota alta, pero admite que el equipo necesita superar problemas fundamentales.
“Todos estamos intentando, pero el coche no tiene la consistencia que necesitamos,” dijo. “La era del efecto suelo no es algo que hayamos dominado como otros equipos.”
A medida que la Fórmula 1 se dirige a Las Vegas, Hamilton se mantiene enfocado pero realista sobre sus posibilidades. Mientras Max Verstappen se acerca a un cuarto título, las luchas del británico subrayan la urgencia para que Mercedes se reconstruya, tanto para las últimas carreras de 2024 como para las temporadas futuras.