El Campeón del Mundo de MotoGP, Francesco «Pecco» Bagnaia, ha realizado una dura crítica al nuevo sistema de comunicación por radio que se está probando en el deporte, calificándolo de una adición voluminosa, peligrosa e ineficaz a las carreras. El actual campeón no se guardó nada sobre su experiencia con el dispositivo durante las pruebas recientes.
“Es molesto, no me gusta. Es muy voluminoso, el cable de conexión es grande y también podría ser peligroso. No funciona—no puedo escuchar nada, y me molesta. Hasta que esté listo, no lo usaré.”
Las frustraciones de Bagnaia reflejan las preocupaciones de muchos pilotos que han expresado escepticismo sobre la introducción de sistemas de radio en MotoGP. Diseñado para mejorar la seguridad al permitir la comunicación directa entre la Dirección de Carrera y los pilotos, la actual versión del sistema parece estar lejos de estar lista para las exigencias de alto octanaje del deporte.
“Un Riesgo, No una Solución”
Bagnaia señaló que el cable sobredimensionado del sistema representa un peligro potencial durante las carreras, lo que genera serias preocupaciones de seguridad. Junto con la mala calidad de audio y una falta general de funcionalidad, el sistema de radio corre el riesgo de convertirse en más una carga que una ayuda en situaciones críticas.
El audaz movimiento de introducir radios en MotoGP—un paso que anteriormente se había tomado en Fórmula 1—ha enfrentado una significativa resistencia por parte de los pilotos. Para muchos, incluido Bagnaia, el enfoque debería seguir siendo perfeccionar el sistema para asegurarse de que aporte valor en lugar de riesgo innecesario.
El Próximo Desafío de MotoGP
A medida que MotoGP busca mejorar la seguridad a través de avances tecnológicos, el comentario sincero de Bagnaia subraya la importancia de hacerlo bien. Las apuestas son altas, y hasta que estos problemas críticos se resuelvan, está claro que algunos de los nombres más importantes del deporte no estarán dispuestos a aceptar la idea de la comunicación por radio en el corto plazo.
Ahora la presión recae sobre los equipos técnicos de MotoGP para abordar las fallas del sistema y demostrar que puede cumplir con las intensas demandas de la clase premier de las carreras de motocicletas.