Después de casi dos décadas junto a Ducati, Pramac se convierte en el nuevo equipo satélite de Yamaha en un ambicioso proyecto con una visión a largo plazo. Miguel Oliveira y Jack Miller liderarán la alineación de pilotos.
La asociación fue anunciada en agosto, y desde el principio, dos cosas estaban claras: Pramac será tratado como una extensión del equipo de fábrica, recibiendo la misma prioridad en términos de apoyo y nuevo material; y también se extenderá a Moto2.
El lunes, se anunció la entrada de Pramac Yamaha en la clase intermedia, marcando un debut absoluto para la estructura de Paolo Campinoti. Esto demuestra la visión a largo plazo y sostenible del proyecto, trabajando también en el desarrollo de jóvenes talentos.
El fabricante con sede en Iwata ha estado mostrando signos de un cambio de mentalidad. El último desarrollo es la creación de un nuevo motor V4, alejándose del concepto de cuatro en línea, así como la contratación de varios miembros europeos de alto nivel, como el director técnico Max Bartolini.
La inversión de Yamaha en Pramac es sustancial, y también lo es la ambición. Todos los ingredientes están en su lugar para un futuro exitoso, con Miller y Oliveira desempeñando roles clave en 2025. Los pilotos tendrán la tarea de contribuir al desarrollo de la YZR-M1 y lograr resultados en pista.
Ellos y el equipo también son conscientes de que puede que no puedan luchar en la cima de inmediato: Yamaha ha tenido una de las motos menos competitivas, y aunque se están viendo mejoras, el camino por delante aún es largo. Sin embargo, los signos son alentadores, con inversión, confianza y ambición en este nuevo proyecto.