Pato O’Ward estuvo cerca de ganar el título del campeonato más reciente de las 500 Millas de Indianápolis, pero no estaba destinado a ser esta vez. Josef Newgarden hizo una jugada arriesgada sobre el piloto mexicano en la Curva 3 de la última vuelta, asegurando su segunda victoria consecutiva. O’Ward terminó en segundo lugar, marcando la segunda vez en tres años que lo hace, y una vez más tuvo que presenciar a otro piloto celebrar un triunfo en la carrera más grande del año. Después de detener su auto, O’Ward mantuvo su casco puesto durante un largo período para recomponerse y contener las lágrimas antes de enfrentar a la prensa para las entrevistas. Explicó que quería calmarse antes de quitarse el casco, ya que estaba bastante húmedo por dentro. O’Ward expresó su orgullo en Arrow McLaren por proporcionar a él y a todo el equipo las herramientas necesarias para competir. Describió la carrera como altamente estresante, con altibajos, y admitió que el auto no era fácil de controlar en ciertos momentos. A pesar de los desafíos, O’Ward estaba contento de haber terminado la carrera y felicitó a Josef por sus victorias consecutivas. O’Ward reconoció que tomó riesgos durante la carrera, esforzándose por competir por la victoria. Mencionó las dificultades que enfrentó dentro de su auto, incluyendo el sobreviraje y la necesidad de hacer múltiples ajustes para evitar chocar contra la pared a altas velocidades. Las excepcionales habilidades de conducción de O’Ward fueron evidentes a lo largo de la carrera, pero no pudo escapar de la decepción de estar tan cerca de la victoria, solo para quedarse corto. A pesar de la tristeza, O’Ward esperaba traer alegría a los espectadores y fanáticos que lo apoyaron. Enfatizó la intensa lucha que tuvo que librar por su resultado, haciendo que la experiencia fuera emocional. O’Ward actualmente ocupa la cuarta posición en la clasificación general de puntos y buscará su segunda victoria de la temporada en la próxima carrera en Detroit.