La Asociación de Pilotos de Gran Premio (GPDA) ha emitido un comunicado contundente en respuesta a la reciente represión del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, sobre los insultos de los pilotos por radio. La disputa comenzó después de que Ben Sulayem instara a la Gestión de Fórmula Uno (FOM) a reducir la difusión de los exabruptos de los pilotos, afirmando de manera controvertida: «no somos raperos», en una comparación que rápidamente provocó reacciones en contra.
Esta fricción se intensificó cuando las estrellas de F1, Max Verstappen y Charles Leclerc, enfrentaron sanciones por un lenguaje considerado inapropiado, con Verstappen obligado a realizar servicios comunitarios y Leclerc multado después de la carrera en la Ciudad de México. George Russell, de Mercedes, advirtió a la FIA sobre las crecientes frustraciones y lideró el esfuerzo para publicar un comunicado formal de la GPDA en respuesta.
La carta de la GPDA adoptó una postura firme, instando a Ben Sulayem a reconsiderar su propio tono al dirigirse a los pilotos, afirmando: «hay una diferencia entre los insultos destinados a ofender a otros y los insultos más casuales, como los que podrías usar para describir el mal tiempo o un objeto inanimado como un coche de Fórmula 1.» Los pilotos enfatizaron que tal comunicación es natural, expresando su decepción por lo que consideran restricciones excesivas a sus expresiones en el momento.
En la carta, la GPDA enfatizó las altas apuestas de las carreras y que «nuestros miembros son adultos… no necesitan recibir instrucciones a través de los medios sobre asuntos tan triviales como usar joyas y ropa interior.» La GPDA argumentó que tal mensaje resta valor al espíritu de la F1 y proyecta una sombra innecesariamente restrictiva sobre la narrativa más amplia del deporte.
La transparencia financiera también ocupó un lugar central, con la GPDA desafiando a la FIA sobre las multas impuestas a los pilotos, muchos de los cuales han cuestionado a dónde van a parar estas penalizaciones. Durante los últimos tres años, la GPDA afirma que ha solicitado a la FIA que aclare cómo y dónde se asignan estos fondos, expresando su preocupación de que las multas le den al deporte una imagen excesivamente punitiva. “Una vez más solicitamos que el Presidente de la FIA proporcione transparencia financiera,” decía la carta, subrayando la demanda de los pilotos por rendición de cuentas.
La GPDA pidió un enfoque colaborativo de aquí en adelante, afirmando que, “Todos los interesados (FIA, F1, los Equipos y la GPDA) deberían determinar conjuntamente cómo y dónde se gasta el dinero en beneficio de nuestro Deporte.” Como la plataforma de automovilismo más importante del mundo, los pilotos enfatizaron que su deporte merece una gobernanza unificada y respetuosa.
Mientras este tema continúa en ebullición, la carta de la GPDA subraya un punto de inflexión crucial en la dinámica entre los pilotos y la FIA. Al concluir la declaración, “Estamos haciendo nuestra parte,” señalando que los pilotos están listos para trabajar con la FIA, pero en términos que reconozcan su profesionalismo, madurez y dedicación al deporte que aman.