Max Verstappen ha emitido una advertencia contundente sobre sus desvanecidas posibilidades de asegurar un cuarto título de Fórmula 1, tras una decepcionante sexta posición en el Gran Premio de Italia. El holandés, que clasificó en un bajo séptimo lugar, ahora siente la presión mientras Lando Norris de McLaren se acerca en la clasificación, a solo 62 puntos de distancia con ocho carreras restantes en la temporada.
Las dificultades de Verstappen en Monza son un gran contraste con la dominancia que una vez disfrutó. Su RB20, que comenzó la temporada como favorito al campeonato, se ha convertido en un «monstruo» para conducir, y Verstappen no se contiene al expresar sus preocupaciones. El rendimiento del coche ha deteriorado drásticamente, dejando al campeón reinante frustrado y desilusionado.
«La forma en que el coche ha cambiado en seis a ocho meses es extraña. Hemos pasado de un coche dominante a uno indomable,» lamentó Verstappen, hablando con la Associated Press. Enfatizó que a pesar de sus esfuerzos por proporcionar retroalimentación, la carga ahora recae en el equipo Red Bull para hacer cambios significativos. «Depende del equipo arreglar esto. No tengo un título en ingeniería o aerodinámica, así que solo puedo hacer hasta cierto punto.»
Mientras tanto, Norris ha estado aprovechando el resurgimiento de McLaren, obteniendo posiciones de pole tanto en Zandvoort como en Monza. Sin embargo, la renuencia de McLaren a imponer órdenes de equipo y las decisiones estratégicas cuestionables han impedido que Norris cierre la brecha aún más. En Monza, Norris fue superado por su compañero de equipo Oscar Piastri al inicio, y la brillantez estratégica de Ferrari permitió a Charles Leclerc robar la victoria con una estrategia de una parada.
Verstappen, consciente de la amenaza inminente de Norris, tiene poco optimismo restante. A pesar de sus éxitos pasados en algunas de las pistas que se avecinan, es directo sobre sus posibilidades: «No importa a dónde vayamos. Con cómo estamos en este momento, somos malos en todas partes.»
Con su última victoria datando del Gran Premio de España en junio, el control de Verstappen sobre el campeonato se está desvaneciendo. A menos que Red Bull pueda revertir las cosas rápidamente, el equipo que una vez fue dominante podría encontrarse destronado, y las esperanzas de Verstappen de un cuarto título podrían desvanecerse.