Los sueños de campeonato de Max Verstappen sufrieron un duro golpe en el Gran Premio de Brasil, ya que se vio atrapado en un torbellino de retrasos, accidentes y penalizaciones, lo que lo llevó a una devastadora 17ª posición de salida. La frustración de la estrella de Red Bull estalló después de que fuera eliminado en Q2, con sus esperanzas destruidas no solo por las condiciones complicadas, sino por lo que él consideró una mala gestión de la decisión de la bandera roja tras el accidente de Lance Stroll.
Verstappen, que ya enfrentaba una penalización de cinco lugares en la parrilla y una feroz competencia de su rival por el título, Lando Norris, entró en la clasificación en Interlagos, que estaba mojada, con altas expectativas de hacer una declaración. Pero esas esperanzas se desvanecieron en los momentos finales de Q2. Con las condiciones mejorando, Verstappen se estaba preparando para un último impulso cuando Lance Stroll de Aston Martin perdió el control y chocó, lo que provocó banderas amarillas. Obligado a reducir la velocidad, Verstappen se quedó sin posibilidades de recuperar su posición antes de que la sesión se detuviera finalmente con una bandera roja.
Un Verstappen iracundo expresó su incredulidad ante la demora en la toma de decisiones. “Si un tipo se va directo contra la pared, es una bandera roja directa,” le dijo a Sky. “No entiendo por qué tardó 30, 40 segundos en salir la bandera roja… Es ridículo.” Cuando le informaron que la demora podría haber sido para permitir que otros completaran sus vueltas, respondió: “No me importa, es tan estúpido incluso hablar de eso.”
Para añadir más drama, el compañero de equipo Sergio Pérez también fracasó en avanzar a Q3, terminando en 13ª posición, lo que convirtió el día en un desastre para Red Bull. La salida de Verstappen marca un retroceso crítico en la lucha por el título con Norris, quien ahora tendrá una ventaja significativa de cara a la carrera.
Con su penalización que lo coloca en el 17º lugar, Verstappen enfrenta una batalla difícil el domingo, necesitando una carrera casi milagrosa para mantenerse en la lucha por el campeonato. El enfrentamiento en Interlagos ha preparado el escenario para un choque potencialmente definitorio de la temporada, mientras Verstappen lucha por recuperarse de un duro golpe en la etapa más crítica de la temporada de F1.