La disputa en curso de Max Verstappen con la nueva prohibición de groserías impuesta por la FIA alcanzó nuevas alturas en el Gran Premio de Singapur, ya que el holandés optó por realizar una conferencia de prensa improvisada en medio del paddock, rodeado de más de una docena de periodistas ansiosos. Verstappen, quien se convirtió en el primer piloto penalizado bajo la prohibición, ha prometido desde entonces hablar lo menos posible durante los eventos oficiales de la FIA, incluidas las conferencias de prensa obligatorias posteriores a la clasificación.
Después de asegurar una posición en la primera fila para el GP de Singapur, se esperaba que el tres veces campeón del mundo se uniera a sus compañeros de clasificación en la conferencia de prensa oficial. Sin embargo, Verstappen informó a los medios que llevaría a cabo su propia sesión afuera en el paddock para evitar cualquier incidente adicional que pudiera llevar a sanciones adicionales.
“No me pregunten nada en la conferencia de prensa, lo haremos afuera,” dijo Verstappen a los periodistas, desatando una locura mediática mientras los reporteros se agolpaban a su alrededor en el paddock. La escena de Verstappen rodeado de periodistas creó un espectáculo que la FIA puede necesitar abordar, ya que resalta el creciente descontento con la controvertida regla del organismo gobernante.
Durante la conferencia de prensa no sancionada, Verstappen parecía relajado y sincero, participando libremente sin temor a censurarse a sí mismo. Cuando se le preguntó sobre los cambios realizados durante la noche a su Red Bull RB20 después de la práctica del viernes, Verstappen se mostró reservado dentro de la conferencia oficial, diciendo solo: “Mucho.” Cuando se le presionó para que elaborara, bromeó: “No. Podría ser multado o recibir un día extra [de servicio comunitario].”
Verstappen enfatizó que su autocontrol fue puramente por precaución para evitar más sanciones, añadiendo, “Esto no es hacia ti, no te preocupes,” al periodista que le cuestionaba, dejando claro que su frustración radica en las reglas de la FIA más que en los medios de comunicación.
La desafiante postura del campeón reinante ha desatado una conversación más amplia sobre la aplicación de la prohibición de groserías por parte de la FIA y si la regla está sofocando la libertad de expresión de los pilotos. Con las acciones de Verstappen atrayendo una atención significativa, la FIA podría pronto enfrentar presión para reconsiderar el alcance de su decisión. Los aficionados y los medios se preparan para más drama a medida que la situación continúa desarrollándose, con Verstappen sin mostrar signos de retroceder pronto.